jueves, 31 de mayo de 2012

Curiosidades


Este país, como cualquier otro, está lleno de curiosidades.
Hoy, escribiré unas cuantas que para mí personalmente, destacan por encima del resto.
Ahí vamos.

En la foto, está la primera.
Vas conduciendo por uno de los tres, cuatro o cinco carriles de la carretera y ves como al otro lado, queda el sitio al que quieres dirigirte. Pues zas. Te posicionas a la izquierda del todo y realizas el llamado "u turn". Haces el giro del muñeca hasta que los brazos se te hacen un nudo y ya estás en el otro sentido.
Porque yo lo valgo.
Y porque está permitido claro.

Los coches tienen "n" plazas como algo simbólico porque pueden meterse 17 personas dentro.
"Qué exagerada". No, que lo he visto con mis propios ojos.
Fue como en las películas; y venga a salir niños y venga a salir filipinas y venga a salir mujeres y el carrito doble, y el normal, y la maxicosi...y el copón de la baraja china.
Y ¿qué es esa correa para ponerte por encima del brazo y que se abrocha en un lateral? ¿qué incordio es ese que les arruga la bata? ah no no, aquí cada uno a su libre albedrío como si fuese un gallinero.
En una de estas, salen los 17 por la luna delantera de todas todas.
Y veréis la galleta con vuelta de campana.

No hay gasolina diesel. El tren también funciona con petróleo.

Solo hay una empresa de telefonía móvil.

Las gasolineras son de una misma empresa.

Mercedes tiene mala reputación.
No es la puta del pueblo, es la marca de coches.
A pesar de ello, los coches de policía son modelo "clase E". (Me lo acaba de decir mi marido, a mí como si me dicen que tengo un tio en Alcalá).

No se bajan del coche a comprar la comida o recoger un paquete.
Paran, tocan la bocina, la preparan parda en la calle y sale un dependiente a entregarles lo que corresponda.

A las personas locales, les permiten al 85% tintar los cristales excepto el delantero y a los extranjeros un 15%.
Para que no veas a las mujeres, conduzcan o no.
Porque no es bastante ir con la abaya y llevar un pasamontañas holgado.
Podrían fabricarse una caseta de cartón y llevarla por encima. ¿No?.

Nombres de las calles.
Un galimatias.
Puede haber de repente un cartel en una recta o en un cruce.
Y entonces ves "sector 20, zona 3. Alkhamnja kuweirat ".
"Pero hombre....como puedo ser tan lerda de no entenderlo...". Increíble. Ni sabes donde estás, ni qué significa, si el nombre es la calle, el de un jeque, el de un hijo del príncipe, el barrio...¿sector? ¿zona?.
Me he fijado millares de veces en nuestro barrio y solo he visto tres carteles. Como tenemos la suerte de vivir en la playa, pues hay uno indicativo que señala hacía nuestra zona " sector 53, zona 2 Street 30". Pero esta no es nuestra dirección exacta. Ni la sé ni la sabré jamás. Además también existen distritos postales distintos. Vamos, que "ni pa´Dios"

El cartero no llama dos veces.
Ni una ni ninguna porque no existen.
Que no que no. Que aquí no hay buzones en las entradas de los edificios.
Respondo, respondo...cuando te quieren enviar algo, lo hacen a tu sponsor. Y llega a través de una empresa de mensajería.
Por ejemplo te llegan las cartas del banco a través de MRW.

El pin de la tarjeta bancaria, tiene 6 números.
Pues si ya las paso canutas con la clave del mail, de fb, del móvil, del ordenador, las coordenadas para poder acceder a tu cuenta bancaria a través de internet...ahora esto. ¡Seis números!. Para ir con prisas o con un par de cañas de más. Te lías a darle a los botones y preparas la serie fibonacci en menos de un minuto.
Pero, cuando pagas en un comercio con dicha tarjeta, no te piden identificación alguna.
No cabe pensar que si a alguien se le pierde, puede ir otra persona y dejarle la cuenta tiritando. A mí la idea...ummmmm.

Son los reyes del "marranismo".
¿Qué serán esos cubos pequeños que ponen en las entradas de los parques o en las calles?
Nada, ni les interesa saberlo.
Todo al suelo. Ya vendrá algún operario a recoger todo el patatal que dejan. Serán iguales en su casa, por eso muchos huelen a huevos cocidos.

En los parking hay rondando cuadrillas de operarios con balletas al hombro, a sesenta grados y con un mono de pies a cabeza.
Los llamas y enseguida vienen cinco a limpiarte el coche hasta dejarlo niquelado.
Y por cuatro euros.

A penas hay estacionamiento en linea, casi siempre se aparca en batería y el ticket de la hora, por un día entero vale tres euros.

En verano las casas individuales, no tienen agua fría porque los depósitos están en el tejado y con las temperaturas que se alcanzan, vaya, que se pueden escaldar.

Las mujeres policía llevan una falda de tubo hasta los pies.
Como para salir corriendo detrás de un pieza.
Pero claro, aquí  maleantes y pandillas de Ñetas y navajeros no hay, como mucho algún pobre hombre que mira alguna mujer de refilón.

Una coca cola de un litro y una barra de pan, cuesta un euro. Tres calabacines, 8 euros.
A la, otro alimento fuera de la dieta. Pues la madre de Dios, ni que supiesen a solomillo.Y los muy capullos, al pelarlos, encima te dejan la piel de las palmas de las manos como para que te hagan una reconstrucción.
Por cierto, no hay coca cola sin cafeína. Si a parte de que el alcohol no es demasiado accesible, les quitas ese "excitante" pues pobre gente.

No se recicla. Y no se recicla porque no hay plantas de reciclaje pero sin embargo, en la playa sí hay cubitos de colores, que claro, para ellos es algo simplemente decorativo. Como si ponen tres macetas.
Están ahí porque la explotadora es una empresa francesa pero luego, juntan las churras y merinas sin problema ninguno.

"Maybe - Probably - I call you later...".
O sea, que te den por donde amargan los pepinos.
O sea, que ya iré a la reunión si se me pone, o ya apareceré si tengo a bien, o te he dicho una hora pero no de qué día o de qué mes, ahhhhhhhhh haber pedido "muette".
Retorcerles el pescuezo como a las gallinas. De eso me dan ganas.

Me ha vuelto a gustar el atún.
Durante el embarazo, era olerlo y se me ponía el estómago como una juerga flamenca. Después ya solo me daba como "pa´tras". Y de repente, hace unos días me apeteció y me supo a glorias benditas.
Qué cosas.
























domingo, 27 de mayo de 2012

Conociendo personas


Es cierto que ahora que vivo tan lejos de los míos, hay muy poca cabida a la pereza respecto al hecho de conocer a gente nueva y pasar un día o varias horas con esas personas que además, hablan un idioma que aún no sé hablar con fluidez.
Pero de momento, estoy teniendo mucha suerte porque hasta hoy, todos aquellos con los que he estado que tampoco son muchos, son gente realmente encantadora.
Hoy, hemos conocido a una personita nueva.
Se llama Roy.
Es el nieto del dueño y señor de la empresa donde trabaja mi marido.
La hija de éste, dirige los cuatro restaurantes del hotel donde estuvimos alojados nuestras primeras semanas
y el cual, también es de su propiedad.
Allí la conocí en estado de buena esperanza y es de esas personas que con solo verle la cara, piensas que es buena y dulce.
Esta tarde previo permiso, hemos ido a visitarlos.
Qué culturas tan distintas; son increíblemente familiares. Allí estaba todo el clan que nos ha recibido con un ¿postre? no lo sé, pero de mil quinientas calorías eso seguro. En el salón principal, se encontraban expuestos todos los regalos del bebé. Había miles de centros de flores y una especie de recibidor con una bandeja enorme llena de chocolates envueltos en paquetes que entregaban a los invitados al salir.
El papá de Roy, es cirujano pulmonar y absolutamente encantador.
Asi que, su suegro, le ha montado una clínica aquí en Abu Dhabi donde hay también muchas más especialidades médicas.
Y me han ofrecido trabajo. En cuanto aprenda bien inglés. Media jornada si quiero, no hay problema. Digo yo, que obviamente cogiendo el teléfono o haciendo papeles. Si me pagan bien, como si es fregando quirófanos o cambiando bombillas.
El bebé estaba en el piso superior, en una habitación de unos cincuenta metros cuadrados y junto a dos filipinas. Eran dos por la dimensión del cuarto no porque el bebé lo necesitase.Creo yo.
Cuando lo he visto se me ha puesto cara de pava y he sentido esa sensación que invade mi raciocinio y me despierta las ganas de una nueva maternidad.
Han sido apenas unas horas las que hemos estado con la familia, pero ha fluido como si nos conociésemos de siempre.
Me he despedido del boss dándole dos besos. En el primero me he dado cuenta de que debería haberle dado la mano, pero en seguida me ha dicho "don`t worry" y me ha cogido la cara para darme el segundo.
Como si fuese mi abuelo o mi tio.
Su aspecto es el de un hombre sencillo, humilde y campechano. Cualquiera hubiese dicho que vive de trabajar sus tierras. Pero nada más lejos de la realidad, es un hombre multimillonario que sin embargo, mantiene sus principios, alguien que por ejemplo, invita cada jueves a comer a todos sus empleados.
Un hombre que ha ganado todo lo que tiene trabajando como el que más.
Conocer gente, es algo muy importante pero conocer a personas así, es tener mucha suerte.
Así pues, Roy tiene una gran familia y tres nuevos amigos.

viernes, 25 de mayo de 2012

Cars


Entiendo de coches lo mismo que de medicina nuclear.
Es decir; nada y menos.
Solo sé si me gustan, si no, conozco algunas marcas y si pueden correr más o menos.
Y con estos escasos conocimientos, se nos plantea la elección llegado el momento de comprar uno, con lo cual, los interrogantes se presentan por docenas.
Aquí no es que sean grandes, es que son tanques y de ver tantísimos, a mí personalmente me ha trastocado el sentido del tamaño (de los coches estamos hablando).
Y cuánto más inmenso y más caro, mejor, claro que, de media, cualquiera vale millón y medio de pesetas menos que en España debido a la exención de impuestos.
Pero hay que tener en cuenta que a parte de este dato, que es estupendo, otro fundamental es la manutención.
Que te traigan una pieza de Alemania puede costar seis pares de riñones y sin embargo si viene de Corea,  pues obviamente, no tanto.
Abundan los coches de cuatro marcas en concreto, sin embargo Audi y Mercedes...más bien pocos, pero esto tampoco es primordial, lo primero, el tamaño. Si las ruedas son tipo tractor mejor. Si los espejos retrovisores son como los de un cuarto de baño, mejor también. Si el volante es como una paellera para 36, pues encantados.
De manera que si practicamente todos los coches de la ciudad tienen semejantes tamaños, te condiciona en la elección.
Si quieres arriesgar y salir volando por los aires y aparecer en Cangas de Onis en dos minutos, te compras un Smart o un utilitario pequeño.
Si quieres sentirte "algo más protegido", has de comprar uno tipo "cancarrio".
Y así, poco a poco nuestras elecciones se van reduciendo.
Pensábamos en comprar uno de segunda mano de algún expatriado que se marcha, pero como todas las personas que vienen se emocionan con el hecho de que valen menos dinero, se acoplan unos trastos que después, pasados varios años, siguen costando una fortuna y, por esas cifras, nos compramos uno nuevo.
No será el coche familiar, con lo cual tampoco queremos un monovolumen de 7 plazas.
Será "mi coche" puesto que lo necesitaré en Septiembre para llevar a Gormiti al colegio y así también, disponer de independencia ya que no hay metro y escasos autobuses públicos.
Por supuesto, previa autorización de mi marido. Si él no quiere redactar el correspondiente documento "dejándome" conducir, no tengo nada que hacer excepto ir en taxi a todas partes.
A si que, estamos entre dos modelos y que no hay manera. Que si opiniones, que si foros, que si revistas...y yo cada vez, entiendo menos.
El color lo tenemos. Algo es algo.




domingo, 20 de mayo de 2012

Las vueltas del mundo


365 vueltas cada año.
Y en cada movimiento, infinitos sucesos.
Uno regresa con su mente al pasado y aparecen en escena los recuerdos. Cómo puede ser que haya ocurrido todo esto, que todo haya cambiado tanto.
Evolución o retroceso. Nos volvemos a posicionar en el quid de la cuestión.
Yo creo en dos respuestas; la verdad incuestionable y la perspectiva.
Porque el frío en invierno es una realidad mundial. Es la verdad. Pero depende del lugar donde nos encontremos, de la ropa que llevemos, será mayor o menor. La perspectiva.
Esta introducción viene a colación de lo que está ocurriendo en España.
De lo bueno a lo mejor, de ahí al desastre y cayendo en picado.
Me da una pena terrible.
Hoy he conocido al jefe de mi marido.
Le observaba minuciosamente y me daba cuenta que en la expresión de sus ojos, al describir lo que está sucediendo allí, no era otra que la de una preocupación inconmensurable.
Familias con hijos teniendo que abandonar sus casas para refugiarse en la de sus familias.
Personas que lo dieron todo por sus negocios y que ahora, no tienen como subsistir ni pagar a sus empleados.
Gente que a primera hora de la mañana, están junto a un contenedor para recoger lo que tiraron el día anterior.
Tremendo.
Pero no es la primera persona aquí a la que le escucho decir que en España, por no tener y por supuesto sin generalizar, lo que no hay es actitud. Ni ganas ni decisión. Y en este momento, muy escasas posibilidades.
Todos allí lo teníamos todo. ¿Quién no tiene un coche decente? ¿Quién no tiene un portátil, un teléfono de última generación? ¿Quién no se da un viaje al año? ¿Quién no va al cine o a tomar algo con los amigos?.
Todos lo teníamos todo.
Y muchos, viviendo por encima de lo que se podían permitir sin pensar en que si una fuente de ingresos quebraba, se iban a tambalear los cimientos de la economía hasta caer y desparramarse haciéndose añicos.
Pero en nuestra mentalidad antes no cabía el silencio ante tu superior en el trabajo. Tus derechos eran tuyos por encima de todas las cosas y se podían revindicar. Si considerábamos que dábamos más de lo que recibíamos de nuestras empresas, no les dábamos ni un ápice; llegado el fin de la jornada, a en punto, largo.
Pensar en un cambio de ciudad, de turno...era algo impensable.
Y seguimos en nuestro sitio, inmóviles en nuestro lugar sin darnos cuenta del error. Porque ese cambio de actitud, puede salvar a muchas personas.

Pero también soy consciente de que oportunidades, no las tienen todas las personas por igual.
Nosotros en concreto, hemos cogido uno de los últimos trenes.
Pero hay que estar dispuesto, hay que ser fuerte y abrir la mente.
La vida no se reduce a lo que hayamos estudiado, a nuestro pueblo, a nuestra cultura. El mundo, es demasiado grande.
Y finalizo con algo digno de ejemplo.
El marido de una amiga mía que perdió el trabajo después de toda su vida en la misma empresa, cuando fue a buscar otro empleo, le preguntaron qué sabía, qué prefería...y el contestó con todo el acierto: "Yo lo único que quiero es trabajar".

He ahí la actitud.
Porque el mundo da muchas vueltas.
Porque unas estaremos en la cima y otras, de rodillas.



viernes, 18 de mayo de 2012

E.T.



Mi casa...
Teléfono...

¡¡¡¡¡Por fin!!!!!
Antes de ayer, llegaron nuestras cosas. Por supuesto, tuvo su miga de pan de hogaza debido al desconocimiento de algo llamado "puntualidad".
La gestión del papeleo fue lamentable. Que si no sabemos vuestro número de contenedor, que si necesitamos el inventario de vuestras cosas para entregar la documentación en aduanas, que hoy no, que mañana....
Llamaron diciendo que llegarían a las doce y media de la mañana. Pero aquí puede ser de la semana que viene, del mes siguiente o de otro año lunar. La eterna incógnita.
Cada uno hicimos nuestros quehaceres hasta la hora acordada. Mi señor esposo vino del trabajo previo permiso del gran jefe.
Y una hora...y dos...y tres...y cuatro...ni contestaban al teléfono...y de la misma manera que pasaban las horas, iba aumentando la tensión nerviosa.
De repente, aparecen siete señores hablando en un inglés de sudar tinta china. Pero sin prisa, con toda la calma, siete tios oliendo a yakitori metiendo las cosas en casa mientras yo iba cotejando el inventario. Distribuimos las cajas como pudimos sin mirar porque, de una casa de 3 plantas con garaje/almacén a una de dos habitaciones y otras dos tipo despensa...madre del amor hermoso.
Pero, el gran jefe de mi contrario, llamó diciendo que lo quería ya en la oficina y después en una cena. A si que me quedé con Gormiti y los siete yakitoris intentando afinar el oido para entenderlos como fuese.
Aunque resulte increíble, hasta las bombillas han llegado en perfecto estado. Todo estaba embalado y encajado de tal manera que nada podía moverse.
Eso sí, todo estaba con una temperatura...bueno, en realidad como la que hay en el exterior.
Nos montaron las camas, el sofá, la mesa...sacaron cosas y cosas y cosas...no se rieron cuando vieron las botas de esquiar, guantes, bufandas...pero es que claro, una cosa era repartir atuendo de invierno en las casas de los familiares y otra cosa, invalidarles sus armarios.
Cuando empezaron a meter las camisetas en los armarios a matacaballo, pensé "¿que estos tios, sudando como perras y oliendo a curry me van a tocar a mí mis bikinis y mi ropa interior?", de eso nada, prefiero dejarme las vértebras y acabar con las manos como si hubiese ido a los ajos vaciando cajas.
112 fueron.
112 millones de dolores repartidos por el cuerpo. Porque distribuir y ordenar, de light nada.
Pero por fin, tenemos nuestro mullido sofá, nuestra cama, nuestra ropa, los juguetes de Gormiti ...y ahora, también, nuestras parejas: dos batidoras, dos planchas, dos tenderetes,dos neveras...  setencientos platos, cuatrocientos cubiertos, quinientos veinte vasos...me pregunto si yo no tendría diógenes.
El caso es, que el eco ha desaparecido, que ya apetece estar en casa y, no sé por qué, pero la siento más mía que la anterior.




martes, 15 de mayo de 2012

La de Dios es Cristo





Esa es la que hay que montar para obtener la residencia en el país.
Bueno bueno bueno bueno, bueno.
En muy resumidas cuentas, aquí para poder obtener la "residence visa" que tiene una durabilidad de dos años, tienes que tener obligatoriamente dos cosas:
A.- Lo que se le denomina "sponsor".
El sponsor es digamos "tu tutor". Puede ser una empresa o puede ser tu señor esposo. Pero alguien, ha de ser responsable de tí. Y punto.
Si te quieres quedar aquí, o te contrata una empresa que se responsabiliza de tí o ya puedes vivir de polizón el resto de tus días. De lo contrario, lo llevas beige.
Bien, la empresa local es el sponsor de mi marido y el mío y de mi hijo, es él.
B.-Seguro médico.
Sí. Normalmente te lo cubre la empresa, pero si solo lo hace en parte, tú te responsabilizas del resto. Eso de llegar a urgencias recién llegado a un país con las placas de la columna como si fuesen tabas y oiga usted, opéreme...como dicen en mi pueblo, "cagao de la Pili". Aquí si te partes el fémur, como no vayas por delante con tu tarjetita médica, te mandan a casa en un pliqui. Y punto.
Si eres emiratí, no hay problema que valga.

Continuo.
Teniendo presente que yo, ya tengo estos imprescindibles, esta mañana nos hemos dirigido al sitio en cuestión donde antes de presentar la solicitud de mi residence, tenían que hacerme pruebas.
¿Qué os creíais? ¿que esto es rellenar cuatro papeles y entregar en ventanilla? Otra vez; "cagao de la Pili".
Nos ha llevado un señor que no sé como se llama el cargo en sí  pero cuyo puesto tienen todas las empresas y, están para ayudar a los extranjeros en todo este maremagnum de trámites. Se lo conocen todo a pies juntillas y nadie mejor para no sentírte más deshubicado que un moco en la oreja.
Llegamos, papelito con número, sala con mujeres, hángar con hombres.
Que hay mucha gente, vamos hacer de mientras otras cosas.
Lo primero, foto, otra foto, más, en todas como el culo. Qué más da, por lo menos se me ve más que a ninguna. Me coge la señora la carita con un guante de plástico no sea, que le vaya a pegar el évola.
Me coge la palma derecha, me la observa. Me observa también la muñeca. La misma jugada con la izquierda. Me toman las huellas de las palmas, de todos los dactilares y de los laterales de las manos.
Pues nada oye, será que eso de que cada huella es única es una falsedad.
A la, para el otro lado. Y, el señor este de la empresa de mi señor esposo me señala una puerta. Pues aquí, pues lo que tú digas majo salao.
Sala VIP. Sisisisisisisi, sala VIP para no tener que esperar. El numerito, lo tiramos a la mierda.
Y en vez de pagar la cifra normal para hacerse los análisis, les suelto deciseis mil pesetas de las de antes por no estar esperando y oliendo a montuno.
Primero me preguntan si tengo alergias, si estoy operada, si estoy embarazada, hasta por los clavos de Cristo...luego, me sacan sangre, después cotejan que sea cierto lo de que no tengo cicatrices y por último, me hacen una placa de tórax.
¿Para qué? ¿Pero qué se piensan que podemos tener? ¿en vez de dos pulmones dos bombas explosivas?.
Total, me pongo una batilla de papel azul con manga larga y hasta los pies, me coloco delante del aparato y a la.
En España te dan casi hasta unas gafas de rayos UVA cuando entras hacerte radiografías y aquí, un camisón de papel de fumar, eso sí, de manga larga, no vayamos a provocarle al radiólogo con una manga corta.
Y así, en una hora, después de haberme hecho el descrito reconocimiento de salud, después de pagar quinientos dhs del ala, ya tenía ok todo el procedimiento para obtener digamos, mi dni.
Por último nos queda, la carta donde mi marido tiene que autorizarme a conducir y a tener tarjetas de crédito.
Je je je....más de uno ya quisiera poder hacer esto....
Pues no podéis, solo aquí. Y punto.



domingo, 13 de mayo de 2012

Family Beach


Recordareis por entradas anteriores, a la mencionada playa de Corniche.
Bien, pues en ésta, existen las llamadas "family beach".
Son playitas privadas y no es necesario ser una familia para poder entrar.
Desconocía qué tendrían para hacerlas mejores puesto que ya, de por sí, es estupenda.
Pues os lo cuento ya que los sábados por la mañana solemos ir, de nueve y media de la mañana a once y media aproximadamente porque a partir de esa hora, realmente el calor, es insoportable. Y dicen que esto no es nada.
Los adultos pagamos 4 euros por persona y los niños 1 euro.
Hay tumbonas con una mesita en el centro y la sombrilla correspondiente. Enseguida, viene un señor a limpiar las tumbonas con un cepillo y te pregunta si quieres beber agua fresquita, entonces te trae una botella y un vaso con hielo (esto lo pagas claro).
Donde acaba la arena, comienza el césped, lo cual se agradece infinito cuando estás recogiendo toda la parafernalia porque si no, como ya sabemos todos, acabas con arena en la arena hasta seis meses después y en sitios donde jamás creerías que podría colarse.
También hay una carpa con una zona de juegos infantil, lo cual a mí personalmente, me parece una idea estupenda para los crios.


Hay un dispensador de agua fría mineral, cuartos de baño, duchas y unas jaimas.
Continuando con el hábito de la ciudad, hay numerosas personas limpiando constantemente todo.
Las jaimas sobre todo son utilizadas por las familias con camadas. Porque aquí, el mínimo son cuatro hijos (con el dinero que tienen podrían tener incluso treinta y dos). Más las tatas filipinas que pueden ser dos o tres o cuatro o las que estimen necesarias.


Entonces cuando estás ahí, tumbada, con tu cabeza bajo la sombra, sin a penas ruido (porque hay poquita gente), piensas que desde luego merece la pena pagar cuatro euros.
Pero sí me llama algo la atención.
La gente, es muy marrana.
Una cosa es, que cuando alguien se marche, vaya un operario y recoja la zona para dejarla en condiciones para las siguientes personas y otra, es ser un auténtico cerdo.
Desde un banco de la zona de juegos, ví como se marchaba una recua de niños con sus tatas, su padre y su madre o sus madres o sus tias o yo que sé de donde salía tanta mujer.
El caso es, que dejaron aquello, que ni el vertedero de Valdemingomez.
De multa, a ellas les hubiese rapado el pelo para que llevasen el pañuelito pero por algo.
También me llama la atención como ellas se bañan totalmente tapadas, no con la abaya, que es la túnica negra con la que se visten, sino con una especie de mono de manga larga o con un chándal.
Pero bueno, ahí ya entramos en temas sensibles.
Sea como sea, con pañales con pises en la orilla del mar que alguno hemos visto, es todo un plan para el último día del fin de semana.
Y lo mejor, a dos minutos de casa.










viernes, 11 de mayo de 2012

Palmera y no de chocolate


Quien me conoce bien, sabe que me apasiona todo lo relacionado con las casas, su diseño, su interiorismo...todo, absolutamente todo.
Tengo miles de revistas y libros relacionados con el tema.
Ni sé, las veces que los he visto y leído.
Ya tengo fichado uno muy bueno que me leeré con el diccionario inglés-español a mi vera.
Y hoy, me he quedado noqueada contemplando las casas de una de las islas de Dubai.
Nunca, ni en la Moraleja (aunque solo conozco una), ni en Sotogrande, La Finca, Las Lomas (no las de Cuéllar), había visto cosa semejante.
No hay parangón ni comparación que valga.
No hay.

The Palm Islands son las tres islas más grandes del mundo (ya sabéis: Emiratos Árabes = X Lo más grande del mundo).
Su diseño consiste en un tronco, una corona con ramas y está rodeada de una isla creciente que funciona de rompeolas.
En la que nos hemos colado hoy por unos minutos, es la "más pequeña"; The Palm Jumeirah y ésta tiene 17 ramas, ocho a cada lado y una pequeñita.


En total, las islas tienen 4.000 villas residenciales, 1.000 casas únicas, 5.000 apartamentos costeros, puertos deportivos, el parque temático "La Atlántida", restaurantes, centros comerciales, etc, etc.

De camino por "el tronco" me dice mi señor marido que vamos a ver si podemos entrar.
"No nos van a dejar, mira la seguridad".
"Que sí".
"Que no".
Pues sí. Le hemos puesto caritas al señor de la entrada y nos ha dejado pasar 10 minutos "pelaos".
Claro que tampoco habría mucho problema porque era pronto y había cuarenta y tantos grados.
Y yo, con cámara en mano "para aquí!" y foto al canto, de una...de otra...y, nos la hemos jugado del todo.
Hemos parado el coche y hemos entrado por una puertecita que daba a las playas privadas.
Se me han llenado los ojos de lágrimas. No sé si de alegría, si de pena o de lo bonito que era aquello.
He aquí, un porche absolutamente maravilloso. Con su piscinita en un lateral y a los pies del jardín de césped impoluto, su playa privada de arena blanca inmaculada.



Pero enseguida hemos salido pitando, tampoco era cuestión de meterle en un lío al pobre hombre que nos ha dejado pasar.
Cuando hemos salido, le hemos dado una propinilla de nada.
Calladita he ido de camino hacia el Zoco pensando en que había visto con mis propios ojos, las casas más bonitas del mundo. Ay que ver, con lo que me contento a veces.
Y hemos llegado al antiguo "Souk".
Había muchísima gente en los alrededores. Todo hombres.
Todos con pantalón largo y camisa de manga larga.
Todos de color Paladín a la taza.
El sitio en cuestión era una calle más bien corta con tiendecitas. En todas vendían pashminas. Pero no de lana de cachemir ni nada por el estilo, sino de las de toda la vida.
"Tu padre se va a echar una manta de esas al cuello estando en el horno de Cañadio" he pensado yo. Pues menuda temperatura, 46 grados. Más calientes que una patada en la oreja andábamos ya a esas horas como para comprar túnicas hasta los pies y pashminas.
Gorros no, pero camisolas de una especie de tejido parecido al fieltro sí. "¿Y no venden ustedes pantalones de forro polar?". Jesús bendito.
Y sudando la gota gorda, hemos regresado a casa.
De nuevo, he vuelto a tener calor en los ojos.




miércoles, 9 de mayo de 2012

Dangerous day


Ayer martes, fue uno de esos días a los que yo bautizo así.
Las mañanas son eternas. Madrugan demasiado, a las 6 am están en pie y la luz inunda la habitación.
Nos despertamos y como de costumbre, nos damos los besos correspondientes matutinos, desayunamos juntos y papá, se marcha a trabajar.
Ayer, no sé qué ocurrió.
Estábamos totalmente inapetentes. Ni quisimos subir a la piscina, ni quisimos ir a la playa, hicimos aún más pereza solo de pensar en bajar al super...no quisimos nada.
Pero la casa está aún demasiado vacía y pocas opciones teníamos.
Nos bañamos en la bañera, jugamos con la espuma del jabón, nos embadurnamos en crema y volvimos a ponernos el pijama.
Coloreamos animales y repasamos el inglés, vimos varias pelis y aunque lentamente, pasaron las horas.
Cuando llegó la tarde y salimos a caminar, pensé en que esto, tengo que intentar que no vuelva a ocurrir.
Porque el hecho de pensar que uno no tiene nada qué hacer, te apaga.
Y si te apagas, aunque sea solo por un día estando tan lejos de tu casa, de tu gente, te bloqueas, le das tregua al optimismo y aunque sea por unas horas, no está a tu lado y éste, tiene que ser obligatoriamente un incondicional en nuestras vidas.
Puedes sin querer, trazar una línea peligrosa.
Y tras ella, se asoma la palabra rutina, morriña, pena...todas aquellas cosas que pueden no gustarte, logran intensificarse de manera desproporcionada.
Si todo esto, consigue atraparte por un instante, puede arrastrarte a una espiral nada conveniente.
De modo que, si no podemos aportar nada bueno a la ecuación, es mejor dejarla como está.
Hay que redirigir los pensamientos.
Por supuesto, que días, momentos, rachas de "bicho bola" tenemos todos, y soy partidaria de respetarlos porque son parte de la vida cotidiana. No podemos encontrarnos siempre con el mismo estado de ánimo ni tener las mismas apetencias.
Pero nosotros estamos muy lejos de todos vosotros y demasiado cerca del ecuador de la tierra, de manera que, al igual que no podemos permitirnos pasear sin agua, tampoco podemos intensificar el echaros de menos.
En todos los lugares del mundo, siempre hay algo que hacer, algo que aprender, algo que leer, algo que observar.
Y ésta, ha de ser nuestra máxima.






lunes, 7 de mayo de 2012

¡Taxi!


Hoy, he temido por mi vida y la de Gormiti.
Y no es una exageración. Os relato la experiencia, pero antes, un preámbulo.
Aquí no conducen como en Roma que tienes que ir con un casco de moto dentro del coche de mientras rezas un rosario, ni van a doscientos por hora en ciudad aunque practicamente todos los vehículos tienen entre doscientos y cuatrocientos caballos. Bien es cierto que sí se pueden hacer giros de 180 grados, que los intermitentes son el gran desconocido y que, un paso de peatones, es una incógnita para ellos.
Pero en resumen, si has estado acostumbrado a conducir en Madrid (y no es para nada por alardear), hacerlo aquí es pecata minuta. Y si guardas una distancia de seguridad de 50 metros, te puede pintar bastante mejor.
Continúo.
En España, en Madrid, un taxista castizo puede amenizarte el trayecto relatándote desde la receta de unos callos a la riojana, pasando por su Semana Santa en Castromocho o tocar los temas estrella; el tiempo y el tráfico.
Pero te dan conversación. De acuerdo que a veces te apetece como que te arranquen las muelas de cuajo, pero te dan "palique".
Y voy al asunto en cuestión.
Aquí la mayoría no todos, ni responden al "hello, good morning" de un niño de 3 años como es Gormiti. Son más rancios que una punta de jamón pasada.
Bien, pues esta mañana hemos cogido un taxi suicida.
Ha ido esquivando todos los coches de los cinco carriles y a medida que llegaba la incorporación por donde teníamos que ir a la derecha, pensaba en cómo iba a cruzarlos de golpe.
Pues ha girado el volante con la mano abierta  como si éste quemase, ha cruzado la pierna derecha sobre el asiento dejando a su libre albedrío los pedales y por supuesto, han chirriado todas las ruedas. Todavía no sé como lo ha hecho posible.
Entonces es cuando ya, ha coronado mi momento de temor con el de incredulidad; llevaba  unas patatas en los calcetines, como puños. Pero no como mis puños, sino como los de Gasol.
De no creer.
En fin, bendito el alivio cuando nos hemos bajado y, al borde de la taquicardia, por primera vez he agradecido sentir los 40 grados de las 11 am.

sábado, 5 de mayo de 2012

El jefe del cotarro

Es el jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan cuyo hijo, es el actual presidente del país.
Todos los emiratís, respetan, veneran, admiran y quieren al jeque Zayed que fue el fundador de Los Emiratos Árabes Unidos hace 40 años.
Se dice que cuando el jeque fue a EEUU a un trasplante de riñón, pagó todos los gastos de todos los enfermos que estaban en el hospital en ese momento.
Es tal el patriotismo, orgullo y la devoción (y no es para menos), que suele haber muchísimas fotografías del jeque tanto en hoteles, como en centros comerciales, carreteras, carteles publicitarios, etc.
La familia Al Nahyan, vela por su pueblo y concede una serie de privilegios a los emiratís. Algunos de ellos son:
Sueldos: Cualquier emiratí sea cual sea su licenciatura y sea cual sea su puesto de trabajo, su salario mínimo es de 4.000 euros al mes. Si ya tiene cierto puesto de responsabilidad, pueden alcanzan los 20.000 euros al mes y muchísimo más claro.
Seguro Médico: Es totalmente gratuito tanto en centros públicos como privados.
Educación: También es totalmente gratuita a todos los niveles incluyendo ciertas universidades en Estados Unidos.
Terreno: El Gobierno regala parcelas a los matrimonios para construir su propias viviendas. Y si en el momento del matrimonio, el cabeza de familia gana menos de 2.000 euros al mes, el Gobierno le asigna una casa o le da el dinero para su construcción.
Préstamos sin intereses: Si en el momento de contraer matrimonio, no tienen ahorros suficientes para emanciparse, el Gobierno les proporciona un préstamo sin intereses para sufragar los gastos de la vivienda.
Marriage Found (Fondo de matrimonio): Aquellos futuros matrimonios entre emiratís en el que si el cabeza de familia gana un sueldo inferior a 3.000 euros, es entonces cuando reciben del Estado 14.000 euros para sufragar los gastos de la boda.
Jubilación y pensiones: Cada trabajador debe aportar un 5%, la empresa un 15% y el gobierno 6% de sueldo para la jubilación. Éste asegura un 60% del sueldo si se ha trabajado un mínimo de 15 años. Si se han cotizado más de 35 años, el estado concede en el momento de la jubilación el equivalente a un sueldo de 3 meses por cada año adicional trabajado.
Fuera deudas: Ocasionalmente, el jeque dicta decretos para pagar las deudas de sus ciudadanos. Por ejemplo, hace unos meses cuando se anunció la asignación de 10 BILLONES de Dhs para pagar las deudas de casi 7.000 emiratís siempre y cuando no supere el millón de dhs. A cambio, les reducen el sueldo un 25% y deben jurar no volver a contraer deudas.

Y así, muchísimas cosas más, entre ellas, que si en menos de un mes no encuentras trabajo, te mandan a tu pueblo rapidito.
Como para que no haya personas esperando en un concesionario de Porsche y compren perfumes de Tom Ford para la casa.
"Madredelamorhermoso".












jueves, 3 de mayo de 2012

Cosas de chicas


Hoy, va de potingues.
Un mes, se convierte en medio año sobre la piel si no la cuidas debidamente sobre todo en verano, cuando el sol se encuentra más cerca.
Aparecen los lunares repentinos, arruguillas prematuras, arrugones, manchas...etc, etc.
Pero nosotras, a toda costa, queremos estar morenas. Porque el moreno da un aspecto saludable y la ropa luce mejor.
Hay mujeres que tienen la toma de tierra todo el año y aplican el sentido común y otras, sea como sea, tienen que conseguir un tono de piel como el de Celia Cruz. Mujeres que después, parece que se han empolvado con Cola Cao. Mujeres que parecen un brownie. Mujeres que para terminar bordándolo, se maquillan después como un ninot de las fallas.
He visto con mis propios ojos, como una desequilibrada en verano, se ponía "frus fris" de coca cola y se quedaba en posición decúbito supino durante horas. El caso yo creo, era parecer una caca. Por el color y por el enjambre de moscas alrededor, que igual, esto último tiene alguna propiedad que desconocemos. La mujer en cuestión, se llamaría Melanoma. Digo yo.
Y así, aparte de parecer un brazo de gitano, lo que han hecho es destruirse la piel hasta dejarla como un pellejo de camello.
Y luego, quítate eso. Pues no puedes. No hay dermoabrasión en el mercado que lo consiga. Ni con soplete te ahuecan esos surcos.
A si que, como ahora vivimos en un lugar donde Lorenzo, aprieta a base de bien, he ido a por potingues porque con un SPF 50, la cosa no iba muy bien ya que, me está apareciendo la "Z" de Harry Potter en el entrecejo. Y eso, no se puede consentir.
Me gusta entrar en las perfumerías más que a Ortega Cano en una licoreria, a si que, después de haber hecho una barrida por las webs de las firmas de cosmética, he ido directa a por mi fichaje.
El lugar en cuestión, tenía perfumes, cosmética y joyería. Mientras te pruebas un Cartier, te traen una bandejita con perfumes para elegir. Otro detalle de la sencillez que por aquí tanto abunda.
Pero no tienen colonia infantil. Ni a granel ni de Bvlgari. Curioso.
Mi adquisición promete reducir las marcas de acné, rojeces, manchas, despigmentación y en consecuencia, conseguir una piel con un tono uniforme sin irregularidades.
Tiene tecnología óptica triple. Cuando lo he leído no sabía si dentro había unas gafas con cristales especiales.
Luego, después de aplicarte la cantidad de un garbanzo por la cara (y más te vale, porque si no lo que ves salir son euros por el agujerito), tienes que darte un SPF 60.
Y es que todo es poco en cuestión de salud y la piel lo es, aunque lo que más la ilumina y le da lustre, es el bienestar interior.

martes, 1 de mayo de 2012

Cuando el sol se esconde


Cuando un niño dibuja un sol, lo colorea de amarillo.
Cuando llega el momento en el que ha de esconderse, con calma, el cielo se vuelve loco mezclando los pantones del atardecer; rojo, naranja, caldero, rosa...y si te encuentras observando la escena y lo haces en silencio, por un momento, alcanzas una paz mágica.
Aquí, nuestro cielo se torna gris.
Su causa son las tormentas de arena.
Polvo en suspensión que crea una muralla costosa de atravesar, a veces infranqueable, donde los rayos del sol con su fuerza, logran desafiarla cada día.
Ahí está, borroso tras la neblina.
A veces, consigue colarse en las primeras horas y deslumbra con todas sus ganas, pero enseguida, se ve abatido.
Nuestro sol es un gran circulo blanco.
Y llega nuestro atardecer.
Lo ví por primera vez junto a mi hijo. Nos sentamos esperando a que cayese tras el mar.
Nuestro cielo es una película de blancos y grises, no cambia, es siempre igual y él, no cae, simplemente en la misma posición, desaparece.
Los hijos de una familia india sonreían y mi hijo también. Ahí estaban esos instantes mágicos.
Cuánto tenemos que agradecerle a Dios o quien sea que esté en el otro lado de nuestro mundo, pensé.
El sol ya se refugiaba en su escondite hasta la mañana siguiente y lucían las farolas de La Corniche.
Nuestra luna aparecía con su gran forma de sonrisa.
Momentos sencillos y pequeños, que sin embargo, a veces son grandes y más que suficientes para sentirse en calma y feliz.
Y es que desde siempre el menos, es más.