jueves, 11 de diciembre de 2014

Dedicado a tod@s vosotr@s

 
I´m the Queen.
Fundé mi propio reino en el año 2007 del cual, son herederos mis dos vástagos.
Y como en toda casa real cuando la navidad se establece, al llegar el día indicado, dirigen un mensaje a las gentes de su pueblo llano.
Entonces yo, la reina de mi casa, de mi hogar, del humilde Alquiler de los Valientes, me he permitido robar las palabras de un poema que he leído, leo y leeré infinidad de veces, para dedicároslas con todo mi cariño, hasta la última gota.
En "Desiderata", encontraréis si leéis con atención y me conocéis bien, mi único deseo para todos, no de esta nueva navidad que está a punto de llegar, sino la de todas las que nos queden por vivir.
Y dice así:
 
"Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte.
Dí tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Usa la precaución en tus negocios porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo.
Especialmente no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto, el amor el perenne como la hierba. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de juventud.
Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas, tú tienes derecho a estar aquí.
Y te resulte evidente o no, sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, este sigue siendo un mundo hermoso.
Ten cuidado, esfuérzate en ser feliz."
 
 

martes, 2 de diciembre de 2014

Bronca con Lima

Quizá, tenga que pedirte perdón más adelante.
Quizá.
Pero no me importa porque sé hacerlo.
Ahora de momento, estoy enfadada. Muy enfadada. Y cansada, muy cansada.
Y tú y yo, vamos a tener camorra.
Anoche, me enseñaste la luna. Muy tímidamente por cierto (tú y tu generosidad climatológica). La segunda o tercera vez en casi siete meses. Ohhh...no te vaya a dar lumbago del esfuerzo.
Y cuando te viene en gana, me intentas demostrar que dispones de otro outfit diferente al que de manera constante y continua le eres fiel. Señora mía, no presuma que tiene lo puesto; lo que me quito y lo que me pongo cuando me acuesto. Y pare de contar.
Porque hasta ahora, mucho gris plomo, mucho marengo, mucho ceniza, mucho humo y para darle gracia (léase la ironía), un complemento fetén; la humedad que todo, sí óyeme bien, todo lo pudre. O sea que no me vengas de it girl. No pretendas ir de guay porque no llegas a debutti. Y te permites desde hace dos semanas escasas y a ratos cortos, ponerte una blusita azul. ¿Y qué pretendes? Sí, claro que la tienes, y obligatoriamente tendrías que usarla más para que se te quitase esa cara mustia y de ajo. ¿Acaso no te das cuenta como se eleva en belleza aquello que perse, ya lo es?.
"Pues sí que tengo sol" me dices con rintintín y la cabeza alta.
Claro que lo tienes, de lo contrario sería el final del camino. Pero de dónde te crees que vengo que presumes de algo tan vital. Te lo voy a decir chata, del mismisimo desierto.
Desde luego, estás encantadísima de conocerte. Tres barrios bonitos creo que tienes, tres. ¿Cuatro? venga, voy a ser generosa. Edificios magníficos, grandes, amplios, jardines cuidados, impolutos, palmeras despelujadas...y sí, también un café de lo mejorcito que he probado en mi vida, y una gastronomía reconocida como una de las mejores del mundo (obviamente reconocida por otros no por mí ).
"Aquí vive gente con verdaderas fortunas. Gente top en barrios top. Tienen carrazos, sus hijos van a colegios carísimos y las señoras llevan el sello del bisturí".
Haces que me revuelque de la risa. Ignorante...alma cándida. Tienes de todo como en botica. No te permitas el lujo de relajarte porque te queda un inconmensurable camino de aprendizaje y de crecimiento. Que porque tu país tenga cosas maravillosas, ni eres la reina del baile, ni la guapa, ni la mejor vestida y por supuesto, tus estados de buen humor, no te hacen lo que se dice alguien amable precisamente sino que más bien, te convierten en una desequilibrada.
Dices que tú sabes, que sabes esto, que sabes aquello...y no sabes ni a tocino aunque te unten.
Que me tienes hasta el último pelo (y ultimamente tengo más de los permitidos por ley) de tener que limpiar las malditas maletas; tú y tu maldito moho. Ahí, daditos de la mano. Está claro que Dios os creó y solitos os juntásteis.
Que no puedo soportar más, tus 16 sonidos de alarmas de carros diariamente (ahora ya sé porqué los llamáis así; a muchos les faltan los bueyes).
Que cada noche a la misma hora, el mismo gilipollas se pasa 200 metros y ha de dar marcha atrás con el soniquete de la lambada.
Que a ese gilipollas de la marcha atrás se suma el pitorro durante el día, de unos señores que van vestidos de amarillo con una bici/carro amarilla también y con un cartel de helados. Y que pese a su discreta indumentaria, tienen que tocar una estridente trompetilla porque fíjate, que jamás deduciría lo que son y lo que venden.
Que se me cae el alma a los benditos pies cuando cada tarde veo a la misma familia medio borracha arrastrando de la mano a dos niños pequeños.
Que las paso canutas cada vez que cojo el coche porque me juego el pescuezo cuando voy a buscar a mi hijo al colegio.
Que me frustra no poder comprar nada porque en las mismas tiendas que hay en Europa, tú como eres la única y la más fashion del planeta, toda la ropa tiene más años que la orilla el río y de una estación opuesta a la que haya en España, a parte de llevar subidos los precios al cogote.
Que me desespera que pese hablar español, ni me entendáis ni os entienda.
Que estoy hasta las pelotas, hasta las de mis hijos, de mi marido, y de todas las pelotas que hayan podido pasar por manos de Rafa Nadal, de tí y de tu puñetera soberbia.
"Estás aquí porque yo te llamé".
No te confundas querida. Estoy aquí porque yo quise, porque yo así lo decidí.
Eso sí; no me engañaste cuando llegué; ya me mostrabas tu cara más amarga cual la hiel.
Ahora ¿qué te pasa? ¿qué estás de buenas?.
"Mira que bonito Barranco ese barrio tan bohemio y tan pintoresco, mira San Isidro con sus edificios nuevos y gente bien, Españistán que lo llaman y Miraflores...más quisieran muchos..."
Mira, mira, mira...tengo tengo tengo...¿sabes qué decía una canción de unos tipos que se llamaban Celtas Cortos? Que un rey tuvo tres hijas, las metió en tres botijas y las tapó con pez. O sea que eso de que tengas...pues sí, tienes, pero todo para tí que te hace mucha falta.
Y estoy cansada. Cansada de hacer y deshacer cosas constantemente sin descuidar a mi familia.
" Ah niña, eso ya es cosa tuya".
Cállate, anda cállate...y no me mires así. Tenemos que estar juntas por obligación. Esto es una relación exclusivamente de conveniencia. Porque no me queda más remedio. Pude con un gigante una vez. Pude con el desierto. Y pese a recibir por su parte más palos que a una estera, parte de mi corazón se doblegó y conseguí quererla (que no amarla).
"Conmigo te sucederá igual".
No. Voy a manejarte. Voy a gestionar tus vaivenes. Voy a usar de tí aquello que más me interese y te dejaré tirada en cuanto pueda. Que no te quepa duda.
En 10 días, aunque sean casi 13 horas de vuelo, voy a entrar en el avión en un estado de felicidad pleno.
"ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja, consigo que huyas".
Sí, huyo, desde luego que huyo.
Pero che! no te vayas tan estirada, tú, tia triste: ve directamente al rin que tú y yo vamos a empezar con el kick boxing a mi vuelta.
Y ten miedo; te enfretas a una Segoviana.





martes, 4 de noviembre de 2014

Una mirada hacia abajo

Hoy, me cuesta escribir. No porque me suceda algo en concreto, pero cuando acaricio ciertas realidades, la sensibilidad se me queda a flor de piel.
Hace tiempo, tuve un jefe que era un señor con mucho bagaje a parte de ser muy inteligente. Un señor de esos con pelo blanco, alto, grande y que también usaba grandes gafas. Un señor, que cuando hablaba de la vida, sus ojos eran como una gran pantalla y a veces, había tanta profundidad en sus palabras, que daba la sensación de estar viendo con total claridad lo que narraba.
El caso es, que este señor, en una ocasión, cuando ciertas personas del equipo de trabajo se quejaban de cosas totalmente banales y absurdas, dijo: "tendríais que reuniros más con la humildad y para poder hacerlo, tenéis que mirar hacia abajo".
Hacia abajo pensé.
Observar y analizar cuántas cosas y personas hay tan tan tan abajo.
Y en Perú, la superficie inferior tiene una dimensión infinita. Para las personas de condición sencilla, para todos nosotros, para mí y los/las que me leéis, nuestra perspectiva es desde un rascacielos.
He leído, que la pobreza es un fenómeno que tiene muchas dimensiones por lo que no existe una única manera de definirla. Aquí, puede sentirse en cada momento.


Perú, está entre los 20 países más extensos del planeta y representa el 0,87% del área continental de éste. Se compone de 25 regiones, 120 provincias y 1.747 distritos.
Según el estudio de Unicef bajo el título "Estado de la niñez en el Perú",  el 49% de los niños menores de 5 años son pobres y el 19% extremadamente pobres, 340.000  viven en la pobreza en Lima y 155.000 entre los 3 y los 5 años están fuera del sistema escolar. Hay un incremento severo entre adolescentes y jóvenes con enfermedades de trasmisión sexual, siendo el promedio de edad de los portadores del virus (VIH), 25 años.
Un párrafo de cinco frases que  ha podido provocaros algún que otro escalofrío.
Pero esta realidad, contada por alguien que lo ha visto con sus propios ojos y sentido con su propio corazón, sencillamente hace que se descascarille un trozo del tuyo.
Ese alguien, se llama Antonio Rubio y es mi marido.
Por su trabajo (un granito de ayuda entre tanta necesidad), ha viajado y conocido 23 municipalidades de Perú.
"Dios mío pero ¿dónde estoy?".
No tienen agua y en consecuencia tampoco depuradora, no tienen luz, sus "viviendas" son cuatro latas viejas. Sus calles no están asfaltadas sino que son de tierra, o escribiendo con propiedad, ni siquiera las tienen. Por supuesto no tienen vertederos. La basura la tiran en muchos casos en las entradas y salidas del pueblo. Montañas de basura entre ella, residuos hospitalarios.
Basura que va al mar, que va a parar al río. Agua contaminada por donde quiera que lo mires.
Cuánto trabajo social por delante Antonio; ¿cómo vais a conseguir que esas personas que no tienen nada paguen un poquito para que puedan tener toda esa basura aislada, para que pueda reciclarse, para que puedan tener agua limpia? ¿Cómo?.
Arqueó las cejas y levantó los hombros. Intuí (no sé si acertadamente) cierto aire de incredulidad, quizá...¿resignación?, pero con toda su experiencia y conocimiento técnico me contestó: " la generación de basuras, está comprobado en países desarrollados, que va directamente vinculada al consumo de agua. En aras de concienciar a la población, tenemos el 33% de nuestro presupuesto de consultoría enfocado a la educación de la población en este aspecto. Hemos desarrollado 4 estrategias; una general de información mediante anuncios de tv y radio, otra enfocada a los escolares con una educación por aula y docentes y después, tenemos una estrategia que va directamente a los recicladores de la basura. El objetivo es que entiendan que no es un botadero (vertedero), un lugar donde tirar la basura sin más, sino un relleno sanitario controlado. El asunto del agua limpia, va un poco de la mano ya que con esta recogida selectiva, dejarían de tirar la basura al río y por ende éste iría más limpio, si bien lo que hemos de revisar es el plan de saneamiento de cada municipalidad ya que actualmente cuentan con pocas o ninguna depuradora teniendo en cuenta que sus sistemas de depuración se basan en meros lagunajes y muchos de ellos primarios. Esperamos de verdad poder llegar a todas esas personas y aportar nuestro grano de arena en algo tan básico, necesario y elemental."


Y cada uno nos quejamos al sentir las que son nuestras injusticias. Y tenemos todo el derecho. Y eso no nos hace malas personas. No tenemos la culpa de haber nacido en otro país, en otra cultura, con otra educación y en otros tiempos. Aún así, no somos capaces muchas veces de apreciar, querer y cuidar con humildad y con sencillez todo aquello que nos rodea; nuestro mundo, nuestro hogar, nuestros amigos y sobre todo nuestra familia.
Hagamos un parón más a menudo cuando llegue esa razón que provoca nuestra o nuestras quejas.
Una mirada hacia abajo.
En muchas más ocasiones.
Yo así lo haré. Palabra de honor del Alquiler de los Valientes.

viernes, 10 de octubre de 2014

Una de divagaciones por favor


La parrafada de hoy, tiene más que ver conmigo que con la temática de El Alquiler. Porque oye, yo también tengo mis momentos que nada tienen que ver con la vida esta de tirititeros que llevamos.
Veréis, yo, tengo reuniones de vez en cuando conmigo misma. Las suelo llevar a cabo cuando estoy leyendo. De repente no sé el porqué, levanto la cabeza del libro y dirijo la mirada hacia la nada. Unas veces pienso en de todo lo habido y por haber y me autoaclaro bastantes cosas (de ahí la entrada de hoy) y otras muchas lo hago de manera deliberada y me autoreuno para llegar a conclusiones y tomar decisiones.
Porque la vida, ya lo sabéis todos, es un devenir de decisiones constantes.
Y sabe Dios cual será la orden del día  en el momento que desconecto de la realidad, pero ahí estoy yo conmigo misma.
Anoche, tuve uno de esos encuentros y  lo primero en lo que pensé fue en la comida peruana.
Este es un país gastronomicamente hablando, de lo mejorcito que hay en el mundo. O eso dicen. Pero es que a mí me pasa una cosa; o las cocinas cumplen con un estándar mínimo de limpieza e higiene, o yo no cojo ni el tenedor de la mesa. Solo me basta mirar alrededor por un corto perímetro, para saber si fríen  los calamares en el mismo aceite que las patatas. Y ahí, señores, si se confirma semejante marranada o similar, me cierro en banda. Antes me dejo los dientes en un cacho pan de hace 5 días.
Y no soy cuadriculada, soy reticente a probar ciertas cosas lo cual es un matiz importante a valorar. La comida peruana, mucha de ella, se caracteriza por las salsas. Casi todo lleva alguna y cuando no averiguo, pero ni siquiera imagino qué hay debajo de esas cremas de colores, otra vez, cierro el candado y ni lo cato.
Y dale molino con que soy asquerosita comiendo. Si no te gusta el lechal, por mucho que lo ase Cándido en su horno de leña, pues no. No y mil veces no.
Total; que ni he probado el cebiche porque me da un asco que me espanta el pescado crudo (ni lo puedo comer) ni como nada que esté catapultado por una salsa de color ni, volveré a probar JAMÁS y lo juro ante la Biblia, las conchitas (o vieiras) crudas o cocidas con queso gratinado por encima. Personalmente pienso que eso no es un maridaje sino una penitencia tanto para el molusco como para el queso. Porque que esos dos ingredientes estén juntos, es porque en otra vida la debieron liar parda y el hombre (uno muy cabrón), los juntó para hacerles la vida imposible. Y hay a gente que les fascina. Yo antes me paseo desnuda por la Gran Vía.
Con lo cual, concluyo el primer punto; no me gusta la comida peruana aunque hay platos, que son maravillosos. De hecho me he hecho adicta a dos elementos típicos de la tierra: la Quinoa, un cereal libre de glúten de sabor pelín amargo que tiene más y mejores propiedades que los cereales convencionales y a las semillas de Chia, que lo que hacen a parte de ocupar todas las despensas de las celebrities (porque ahora, manda eggs,  se lleva el rollo ese del comer bio eco sano), es aportar un muy alto contenido de vitaminas, minerales y ácidos grasos.
A si que habiendo cosas tan buenas y existiendo los huevos fritos, a qué tengo yo que ingerir comistrajos.
Total, que yo voy a seguir con mi alimentación sana y mis cuidados gastronómicos que me va muy bien.
Punto y final al tema.

A ver, qué viene ahora Paulita.
Ah! Qué verdad tan grande; jamás te mudes a otro país en otoño/invierno. Aunque sea un paraíso. Aunque sean las mismisimas Sheychelles, aunque sea (a Manhattan creo que sí)...no sé, pero no. Porque un mismo clima prolongado durante mucho tiempo es como el mismisimo martillo de Thor. Y dale y dale...y al final te merma. Este abrigo gris, un día otro y otro y otro y cuando ya se pone como complemento la garua, que es nuestro chirimiri...el cielo te abraza y te atrapa. E incluso a veces tu personalidad se mimetiza con él. Pero es curioso, porque el color gris me apasiona (...me iba a gustar a mí el naranja por Dios).
Total, que aquí no hay cuatro estaciones, hay dos; invierno y verano. Llevo viviendo aquí cuatro meses y he visto el sol  a lo mejor, 5 horas. Estoy carente total de vitamina C y tengo un color de piel que denota una especie de ictericia aliada con una enfermedad hepática.
Mmmm...seguimos.

La gente, yo, estaba equivocada. Esto no es, alamevoyaLimaysuboelMachupichu y luego a la que bajo, me doy un paseito por el barrio de San Isidro, ceno y me voy al hotel a dormir entre sus sábanas asépticas. No. Ir a Machupichu, supone una excursión en toda regla; hay que coger un avión a Cuzco que tarda una hora y pico. De ahí, un tren que son alrededor de tres horas, luego un autobús que tarda otra media hora y luego caminar a pata. Y de repente pienso en los niños...¿cuándo voy a armarme de valor y ganas para ir a ver una de las maravillas del mundo con mis dos criaturas? y me agoto solo de pensarlo. Bueno, lo dejamos en el tintero de momento. Un tema no cerrado. Pasemos al siguiente.

Me viene a la mente algo más profundo.
Una de las cosas que le ocurren a la mayoría de los expatriados (a no ser que me hayan mentido, pero yo doy fe de que es cierto en mi caso), es que consigues conocerte a tí mismo mucho mejor; siempre eres más de lo que creías ser capaz  y también, descubres que eres menos de lo que, en muchos aspectos.
Más paciente, más tolerante, menos nervioso, menos compulsivo, más inteligente, más hábil, menos constante, también menos gilipollas...Y no sabéis lo que uno puede sorprenderse a sí mismo. Es una barbaridad.
Me he dado cuenta de que cada vez, todos y todas, somos más dejaos y solo cuando hay una catástrofe, nos echamos las manos a la cabeza cuando hay cosas, que se podrían ver a la legua porque van en tropel con bombo, platillos y luminarias.
El género humano es brillante pero un puñetero desastre.
Todos tomamos decisiones determinantes cuando está a punto de finalizar el año o, cuando acaba de comenzar uno nuevo. Y luego, muchas de ellas se evaporan. Propósitos olvidados.Yo he aprovechado cada comienzo de vida en un país diferente como un "nuevo empezar", aunque suene a secta.
Uno puede no trabajar pero estar en constante movimiento.Yo he ido a mi ritmo pero no he parado (hasta he tenido un segundo hijo que va a cumplir un año).
Por razones de logística, he hecho un stop. Pero ¿por qué esperar a primeros de año para empezar esto o lo otro? Cualquier momento es bueno si de verdad queremos hacer algo. Sea lo que sea. No digamos eso de "mañana le mando un mail a Brígida que hace que no sé nada de ella..." porque Brígida un día se cansará de no saber nada de tí y de que no contestes y te mandará a cagar a Olmedo. O eso de..."ufff, en Enero me apunto a inglés. Ya si eso esta semana voy y me informo..." no, vas ya porque a lo mejor mañana conoces al amor de tu vida y resulta que es más británico que Carlos de Gales y Camila Cornualles juntos.
Todo para mañana. Y no señores.
Esperar...¿esperar a qué?.
Y ya sabemos todos, que por la calle del ya voy, se llega a la casa del nunca.

Luego entonces, tenemos que:
- Estoy como un cencerro y tengo reuniones con mi otro yo.
- En general no me gusta la comida peruana y sigo aferrándome a la dieta mediterránea.
- Jamás hay que irse a vivir a otro país ni en otoño ni en invierno a no ser que quieras acabar tomando Seropram y Anís El Mono.
- Me da una pereza espantosa subir al Machupichu con un niño de seis años y otro de uno.
- Lo que quieras y desees hacer, no lo dejes para mañana porque puede ser demasiado tarde.


jueves, 25 de septiembre de 2014

"¿Me se entiende?"


...ilusa de mí.
Qué equivocados estábamos todos...cómo creemos con rotundidad algo que ni siquiera conocemos.
"En Perú se habla español, con lo cual ya tenemos en común el idioma y eso son muchos puntos extra".
Puntos extra...extra ¿de qué?.
Voy a escribir con propiedad. Sí hablamos el mismo idioma, el español, pero hay millones de palabras con un significado totalmente diferente al que aparece en nuestro diccionario, en nuestra cultura.
Podemos hablar horas y horas, pero no hay comunicación. Ese es el problema.
Es como si dialogasen triángulos con rectángulos.Cebollas con tomates. Calcetines con bufandas.
Pero un momento, desde aquí, quiero que si algún peruano me está leyendo, no piense que estoy generalizando, ni que estoy criticando a nadie. Cada uno somos como somos, pero como dice mi prima, "hay cosas que las da la tierra".
He hablado con más personas sobre este asunto. He indagado, he leído, he preguntado...que yo cuando escribo respecto a algo, hago una mini labor periodística, de estar por casa pero lo hago, no me pongo frente al teclado y tecleo lo que se me ocurre.
Este grupo de personas con las que vengo tratando esta cuestión, ha coincidido en su respuesta que, se une a mi punto de vista; efectivamente, no hay comunicación.
Imaginaos la siguiente escena (caso real).

"Cuando termines de limpiar esto, por favor, viste al niño con la ropa que hay encima de la cama".
Y de repente, se para el tiempo. Ella se queda petrificada. Mirándote a los ojos fijamente, como hipnotizada. Y te contesta con todo su cuerpo en tensión: "sí". Entonces comprendes que no sabe lo que acabas de decirle. Y no se mueve, continúa esperando, quieta. Es como si alguien hubiese tocado un botón de stop en el tiempo. No le contestas. No le dices. Esperas. Y te mira. Como una estatua de mármol. Piensas; a ver cómo se lo vuelvo a repetir para que me comprenda.
- Fulanita, hay ropa encima de la cama del niño. ¿Se lo pones?. Y contesta, sí".
Y ES MENTIRA!!!!!!! NO ENTIENDE NI POR EL FORRO LO QUE ACABAS DE DECIRLE.
Pasan veinte minutos y ves como va al armario de la ropa de los niños, coge lo primero que tiene a bien y viste a tu hijo pequeño. Y miras al niño, que parece una fiesta de carnaval. Y le miras a ella. Y miras la ropa que está encima de la cama. Y te preguntas: "pero por amor de Dios, ¿qué no ha entendido?".
Pues este ejemplo, trasladémonos a otros ámbitos.
Véase:

"- Patricia, por favor deja la puerta abierta del despacho cuando salgas y así no tengo que levantar la voz para llamarte.
- Sí.
Y Patricia sale y cierra la puerta.
- Patricia, te he dicho que por favor dejes la puerta abierta.
- Sí.
Y Patricia sale y cierra la puerta."

"...Pues verá es que no me funciona internet en ninguna de las dos tablet.
- Ah...¿tiene algún equipo inalámbrico en casa?
- Sí, las tablet como le digo.
- Ah...pues eso es que usted no tiene conectado el cable de red al ordenador."

"...Buenas tardes. Teníamos cita con el médico.
- ¿El paciente?
- Martin Rubio.
- ¿Tienen cita o vienen a pedirla?.
- Tenemos cita. Mi hijo se llama Martin Rubio.
- Entonces no la piden, la tienen.
- Eso es.
- ¿Cómo se llama el niño?.
- Martin Rubio.
- ¿Y de apellido?.
- Rubio.
- Es que sin cita no sé si el médico va atenderles."

"...Estefani...me has traído un justificante médico de el año 2001...¿todavía me aseguras que tú esta semana  has estado enferma y que este documento, esta semana te lo ha dado el médico?.
- Sí señora. He estado muy enferma. Todos los papeles están ahí.
- ...Pero este documento del médico Estefani...es del año 2001. Han pasado 13 años desde que te lo dieron.
- No señora. Eso me lo dieron el otro día.
(A todo esto el papel como un pliego del siglo XVI).
-...Estefani...que también tienes un papel de una farmacia del mes de mayo. No aparece ni tu nombre, podría ser de cualquiera. Es solamente el ticket...¿No te das cuenta de que me estás mintiendo?.
- No señora.
- ¿No te das cuenta o no me estás mintiendo?.
- No me doy cuenta.
- ...Vale...a ver...voy a explicártelo para que me entiendas ¿vale?.
- Vale.
- Me estás entregando este papel de hace 13 años y me dices que es de ahora, de esta semana, luego estás mintiendo. Ya te lo he explicado. Entonces ¿ te das cuenta de que me estás mintiendo?.
- No señora.
- ¿No te das cuenta o sigues diciendo que no mientes?
- No me doy cuenta señora y no le miento".

¿Y qué haces? ¿Qué haces SI NO HAY MANERA de comunicarte?.
Siento que estoy en Abu Dhabi los primeros meses cuando hablaba a duras penas para explicarme, cuando luchaba con el lenguaje para que me entendiesen.
Y me doy cuenta de que en otro idoma, inglés español, me comprendían mucho mejor que aquí.
¿Por qué me traes coca cola si te he pedido agua?.
¿Por qué me traes un 38 cuando te he pedido un 40?.
¿Por qué le das al niño la mitad de una chirimoya para merendar cuando tiene menos de un año?.
¿POR QUÉ?.
Y es muy frustrante. Os lo digo de verdad. Muy frustrante. Equivocarnos nos equivocamos todos y a veces no nos entendemos y nos confundimos, pero a veces, no por norma general.
También es muy...¿inaceptable? sí inaceptable, por lo menos para mí, las mentiras. Pero sin embargo, por cultura, aquí es algo natural. Lo que a nosotros puede molestarnos incluso herirnos, en general a ellos no. Es algo normal y cotidiano.
En esta indagación a pequeña escala que he hecho durante unas semanas, me he dado cuenta de que los argumentos de todas las personas coincidía en lo mismo; tienen códigos de conducta y de comunicación totalmente diferentes a los nuestros. Y cuando ejemplos como los que escrito hoy, se repiten día tras día de manera consecutiva, te das cuenta de que no eres tú la nota discordante.
A veces, señoras y señores, te da para reír a carcajada limpia y otras para llorar pero de rabia.
De modo queridos y queridas míos/as, no os fiéis si viajáis algún país donde se hable español y penséis "uy qué bien más fácil". Porque si es para pasar unas vacaciones, estupendo, pero si es para vivir, ya podéis armaros de paciencia porque os la van a minar.
Eso os lo digo yo.





miércoles, 10 de septiembre de 2014

Unas poquitas de cosas


Hoy, querid@s lector@s de este humilde blog, toca un poquititititititillo de clase informativa sobre Lima que no os he contado nada hasta ahora, pero algo de miga ya tengo para escribiros unas líneas.
Aquí estamos, a orillas del Océano Pacífico. 13 horas de avión más o menos respecto a España y con una diferencia horaria también, de unas 7 horas menos. No voy hablar del viajecito. Como dice mi amiga "habibi", después de un vuelo de más de 8 horas, empieza a oler todo. Te huele el pelo, los ojos, las uñas, el asiento, los zapatos, los pies, huele el de al lado e ir al baño pasado ese límite, es material para un capítulo del último superviviente porque eso se convierte en una ciénaga. Y sin tele, para bordarlo.
A lo que voy.
Decimos que Madrid es grande ¿no?, actualmente hay más de 3 millones de habitantes según el censo, pues bien, Lima en el 2007 ya rondaba por encima de los 7 millones de habitantes con una aglomeración urbana mayor a los 8,5 millones siendo la ciudad más poblada del país y también, de las más pobladas de América Latina. O sea, que esto es la guerra. Hordas y hordas de gente por todas partes.
En consecuencia, imaginaros el tráfico. O lo que sea porque creo que no hay ni definición.
Hay más de 652 rutas que son realizadas por buses y microbuses y...combis. Las combis, son una especie de artefacto deficiente en condiciones tanto materiales como higiénicas, pero como por algún milagro, funcionan, pues ahí las tienes facilitando la circulación. Entonces tú, que vas caminando por la acera, de repente como una aparición, asoma en la NO puerta del parato circulatorio, un señor que berrea: " A Chorrillos a las Chimbambas a Chirimoya a Chopitos a Chorolla a Chiclayo a Chamarra a Chompa!!!!!". De todo con "Ch" menos a la chatarreria que es donde tendría que estar el coso ese con cuatro ruedas. Y ya depende de la ruta recitada, pues si te acopla y tienes huevos, te subes.
¿Y qué es lo que pasa? pues que esto no hay un Dios que lo solucione. Están poco a poco, introduciendo en ciertos barrios, autobuses de los de verdad, de los de la definición del diccionario. Pero, esto está desembocando en un problema social; la gente no tiene dinero para pagar "esa categoría" de vehículo. Total, que de momento, esto es el coño la Bernarda.
(Fotos verídicas).



Y esto, tal cual podéis ver, es el tráfico diario de Lima. Sí hijos míos sí. Esto es.
"¿Y tú conduces?". Conduzco sí. Tú te echas a las carreteras, a los caminos con toda tu valentía. Solo hace falta hacer testamento y esperar sobrevivir. 
Para facilitar más las cosas, los semáforos no están donde debes detenerte, no, sino al otro lado de la calle, o sea, perfecto para acabar embestido por los cuatro puntos cardinales en cualquier momento.
Y el ruido. Les fascina el ruido. Hasta cuando un camión da marcha atrás, en vez de sonar un pi pi pi de toda la vida, ellos le ponen el soniquete de la Lambada. Si, la Lambada de antaño. La de " chooorando se foi" esa si, esa, la que se bailaba con una faldilla de 3 cm de largo. Las alarmas de los coches, son sensibles cual piel de bebé. Pasa una moto; ninoooooooooooo ninooooooooooo, pasas con el perro nino ninoooooooooooooooo, pisas un bicho, ninoooooooooooooo ninoooooooooooo, sale el artículo 33, ninoooooooooo ninoooooooooo. Yo, al día desde casa oigo alrededor de unas 10 diarias. También, para joder otro poquito la marrana (ya siento el vocabulario hoy pero es lo que toca), tenemos esas bocinas polivalentes, que valen para anunciar una incorporación, un giro, una parada, una incorporación...
A si que todos los días es una aventura, una dosis de adrenalina.
Luego tenemos el clima. Yo es que debo ser mujer de extremos; lo soy para los colores no iba a ser menos en esto.Según fuentes fidedignas, hay una persistente cobertura nubosa que dura alrededor de siete u ocho meses con una humedad del 100%, produciendo una neblina persistente de Junio a Diciembre, convirtiendo la ciudad y tu propia casa en una cripta. Dice la Wikipedia, que solo hay 1.284 horas de sol al año. Entonces, dices "noooooooooo, en mi casa no hay humedad porque tengo barras metálicas calefactables dentro de los armarios". JA. Un descuido, un "No oreo hoy los armarios que me da pereza" y cuando metas el pie en una bota, palparás en la planta del pie, las auténticas jornadas micológicas. Allí albergará a sus anchas D. Moho que se ha ganado el "Don" por su extendida presencia. Y el fondo del armario, parecerá un paisaje de Escocia. Y el escurridor de los platos se oxidará como los barrotes de una alcantarilla. Y probablemente con el tiempo, podamos coger musgo de los cercos de las ventanas para hacer el escenario del Belén en navidad. Porque aquí señores y señoras, el climalit es un gran desconocido. Los cristales de las ventanas son del grosor de los de las mamparas de la ducha. Y no es que se encajen en una perfilería, no. Cierras la ventana y el cristalillo, timidamente se apoya en la pared. Vamos, que te levantas y el inconsciente puede hacerte pensar que vives en los Carpatos.
Eso sí, no hace frío. Un consuelo.
Pero pero pero, acá hay un fenómeno llamado "El Niño". Literalmente es: cambio en los patrones de movimiento en las corrientes marinas que hace que el agua sea cálida. Y que salga el sol. El nombre, fue ocurrencia de los pescadores. Cuando salían a faenar, notaban que el agua estaba a otra temperatura y que no había pesca. Como coincidía siempre en fechas navideñas, fue que lo llamaron así, como el Niño Jesús. (Ele, ahí me suena la Lambada otra vez). 
A si que, aquí estamos esperándolo, al Niño a la Madre a Dios y al Espiritu Santo y a que llegue la primavera. (Primavera que no llega como decía Jarabe de Palo).


viernes, 22 de agosto de 2014

Algo personal

La imaginación, es lo único en esta vida que es libre.
Si escojo ingredientes de Emiratos y otros tantos de Lima (los pocos que he conocido en apenas dos meses), puedo preparar una receta que despertaría una envidia atroz a las mismisimas  tres estrellas Michelín de los hermanos Roca.
Pero es solo eso; imaginación. Ni se hace el mal, ni se hace el bien, excepto a uno mismo.
Cuando uno compara (y esto es cosa mía), involuciona.
Hay que aprender a aceptar y es una carrera de fondo.
Comparar Emiratos Árabes con Lima, es absurdo, no tiene sentido. Pero como decía Machado "la verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés" (ahí lo dejo, susceptible de conjeturas).
Varias personas me han preguntado; "¿estás mejor en Lima que en Abu Dhabi? ¿vivías mejor en Abu Dhabi que en Lima?". Y no contesto porque no hay respuesta. Y estoy diciendo la verdad.
Ya lo he dicho. No voy a comparar. Aquello tenía sus cosas buenas y malas. Sus cosas bonitas y sus cosas feas. Sus cosas de risa y sus cosas para llorar. Y este país, tendrá un tanto de lo mismo. Es cuestión de tiempo, nada más simple. Y como a todos los mortales de este mundo, vivamos donde vivamos, me sucederá lo mismo; tendré días mejores, días peores, etapas buenas y etapas malas. 
Y quien diga que su vida es de color rosa, que todo es maravilloso, que no tiene ninguna preocupación, ni pena, ni tristeza...que no me intente vender que yo no compro.
Aprenderé y desaprenderé para volver a empezar. Me equivocaré, corregiré y seré un poco mejor que unos minutos antes, me cerraré cual cripta y me negaré a probar ciertos platos de esta gastronomía, echaré de menos a los míos y conoceré a nuevas personas, quien sabe si me depara una sorpresa y al otro lado de mi "hilo rojo" se encuentra una o varias personas que enriquecerán más mi vida, remataré con la fotografía, me hará una ilusión loca hacer las maletas para ir de vacaciones a mi casa...
Y así, pasarán los dos años obligatorios. 
Y nada ni es ni será peor que, ni nada es ni será mejor que.
Simplemente, es y será diferente. Lo más importante, es sentirse bien con uno mismo, tratar de ver todas las cosas positivas que aporta la experiencia de vivir en otro país, que todo sacrificio tendrá su recompensa y que nada, es en vano.







jueves, 7 de agosto de 2014

Ahora sí estamos en casa


Nos sentamos en la mesa de la cocina; centro neurálgico de todas nuestras operaciones familiares.
Mediados de Agosto. Con pantalón largo y jersey caprichito de tejido tecnológico para que te transpiren los no transpiros.
Nos vamos a la playa, venga, una semanita. Vemos el sol, nos ponemos morenitos y regresamos con la batería a tope para enfrentarnos cual Leonidas en 300, al Jerjes de las mudanzas, al desbarajuste absoluto que reina en casa.
Pero tienen que ser pocas horas de avión, que si no los niños...
A si que sí, una semana de piscina, playa, paseo, palmera, buffet e invasión de picaduras de mosquito sin piedad. Todos y cada uno de ellos a los que se añadió una legión de insectos, me atacó con saña por todas partes.Una masacre. El mosquito pelotero, la araña blanca, la araña roja, las polillas, las luciérnagas, las chinches, las termitas, los escarabajos, langostas, tábanos...TODOS me han acribillado. Piernas, brazos, espalda, tripa, cogote...así estoy, como una falda de sevillana.Y ni frus fris ni fros frus ni fru fra ni fus fis ni (con perdón), ostias en vinagre.
Y sin querer darnos cuenta, me ví haciendo la maleta para regresar.
Cuando estábamos a punto de llegar a Lima, levanté la pestaña de la ventana del avión. Estaba amaneciendo. Teníamos esos colores cálidos encima, como si se pudiesen tocar con las manos.Debajo, un manto blanco impoluto. A la vista, infinito, esponjoso. Era como si estuviese viendo una superficie inmensa de nieve. Un mar de nubes.Y entonces el avión comenzó su descenso. Nos adentramos entre ese suelo de algodón y de repente, todo se volvió gris. Volvió a ser de noche. Me asomé más de cerca y comencé a ver los pequeños puntitos de luz de la ciudad. "No puede ser, pero si se estaba haciendo de día hace dos minutos". Descendíamos y descendíamos y continuaba gris. Gris oscuro. Aterrizamos y no había una brizna de luz. Nada.
Pensaba que era como si el mundo estuviese dividido en dos partes y nosotros viviésemos en el subsuelo. Abajo, en las catacumbas.
Y es lo que sucede aquí en Lima. Por eso lo llaman "panza de burro" cuya definición literal es: fenómeno meteorológico que consiste en una acumulación de nubes de baja altura que actúa de pantalla solar. Imaginaos. Ahí debajo es.



De modo que no es de extrañar, que las personas que viven aquí, en cuanto pueden, se marchan a buscar al astro rey a unas horas en coche. Tantos días grises terminan por contagiarte el alma del mismo color y tantos días con sol (y ya sabéis que hablo con conocimiento de causa), te la chamusca. Aún así, unas horas de luz, hace que todo sea más bonito; la piel cuando se broncea, las plantas, las calles, los edificios...
Aún no sé cómo lo llevaré. Siete meses al año en la gama de los humos, los marengos, los pálidos...son muchos meses. Solo espero que no me cale esta maldita humedad y me provoque moho en la personalidad.
Pero ya estoy entre mis cosas y mis cosas entre mí. Vuelvo a estar en mi hogar, a dormir en mis sábanas, cocinar en mis cazuelas, ver mis fotografías y lo mejor, poder ponerme mis botas altas, chaquetas y abrigos que no usaba desde hacía más de dos años.
A si que, cuando puse pie en esta Lima grey, en mi departamento,  me atusé con  una de mis sudaderas de capucha que olía a encerradodecajadecartónmásdetresmeses, mis calcetines con una pelotita morada en el tobillo de cuando tenía dieciséis años y mi pantalón de "chúndal" de estar por casa de toda la vida y mirando a esas torres infinitas de trastos, ropas, cacharros, envoltorios y demás cachiperris, grité emulando al citado anterior Leónidas, ese rey de Esparta: "  No les deis nada!!!!!!!!!!!, arrebatárselo todo!!!!!!!!!! ".
(Y hasta cuando lo escribo se me ponen los pelos de punta. Por las cajas y por Los 300).


lunes, 21 de julio de 2014

La experiencia es un grado


No sé cual sinceramente; si de primaria, secundaria, terciaria o de alcohol en sangre.
Pero lo es.
Una verdad incuestionable.
La primera vez, piensas y cuentas a la gente: "si...vienen los de la mudanza mañana, embalan y se largan. En dos meses me llega todo al otro cono. Al cono comodín". Así. Lo sueltas así como cuando pides cuarto de jamón york. Como si fuese una frase común en tu vida y saliese de manera espontánea sin pensar. Como si no tuviese ni pena ni gloria. Y no querid@s míos. No. Nada más lejos de la realidad.
Llegan unas personas con un armamento de tal magnitud de herramientas y materiales, que no sabes si van a momificarte con papel burbuja, si van a convertir tu casa en un laboratorio tipo Breaking Bad...no sabes.
En cuestión de horas, si tu madre por casualidad ha ido ayudarte con los niños o a llevarte un tupper con sopa de cocido, y, te descuidas fugazmente, un segundo, un abrir y cerrar de ojos, un suspiro, un instante...la embalarán con todo lo demás. Donde la colocarán en el inventario, lo desconozco (probablemente en el apartado "artículos de cocina", junto a la thermomix), pero que la empaquetan, de fijo.
Y, llegado el medio día, se acabó.
Tu casa vacía.
Ni un zarrapo de nada. Ni una huella de tu vida material. Ni un ná de ná.
Entoces, "tu primera vez", te marchas con tu cronograma en la agenda. Con tus subrayados en fosforito. Con tus post it. Con total certeza  de que esos señores decían la verdad.
Ay qué lástima....alma de cántaro...pronto los supuestos días anteriores a la entrega de todas tus cosas, se tornarán grises y crispados. Perderás los nervios y gritarás a los cuatro vientos que no puedes vivir así, en el abandono material.
- "Señora, quiere el agua fría o del tiempo".
- "¡¡¡¡¡¡Quiero mis putas cosas es que no lo entiende!!!!!!!!!!!.
Y entonces no sabrán si traer un pila con agua bendita y practicarte un exorcismo.
Cuestionarás cada explicación, te convertirás en el  incrédulo de los incrédulos y jurarás ante la biblia que los meterás a todos en la cárcel por sinvergüenzas.
Tus enseres, todo, aquellas cosas que yo, durante nueve años he ido adquiriendo poco a poco, mis muebles, aquellos que imaginé que un día tendría, elegidos con todo el mimo del mundo, mi infinidad de fotografías, la descontralada cantidad de tazas de desayuno procedente cada una de un país del mundo...el libro mugriento de recetas de cocina de mi madre que perteneció a mi abuela, a mi bisabuela..., todo, todo mi todo.
Estarán en una caja metálica inmensa viajando por el mar, sin saber ni dónde están ni cuándo llegarán, ni lo que habré de pagar para que lo dejen entrar en el país.
Pero todo momento llega y cuando ya estás rodeado de todo lo tuyo, vuelves a sentirte abrigado, en paz.
En dos años y pico, te vuelves a marchar. Y la historia se repite. Vuelve haber información sesgada, vulnerable a los cambios repentinos. Y nadie te dirá si tu carga ha salido de puerto 20 días tarde porque el buque no tenía espacio en esas fechas, o que de repente la naviera ha decidido hacer una parada en el estrecho de Panamá como el que para a tomarse una caña antes de ir a comer a casa, o que han cambiado la ruta y que el barco da media vuelta y se larga a Marruecos, ni te dirán qué impuestos reales habrás de pagar a parte de la cuchillada el día de la firma del contrato.
Y dependes otra vez de un segundo, de un tercero, de un cuarto, del capitán, del buque, de la naviera, del puerto, de la aduana, del inspector y de la madre que parió a Paneque.
Y entre medias, aunque yo me autoimpongo una orden de alejamiento al correo electrónico para no liarla parda, flaqueo y no me resisto y aparece ese sobrecito amarillo... ese mail en tu inbox diciendo que debes dinero. Porque siempre debes dinero. De lo que sea. Pero lo debes. Y como estás hasta las mismisimas pelotas de dormir en una cama de faquir en el suelo, pagas. Lo que sea. En doblones de oro si hace falta.
Pasan los días. Las semanas. 55 días eran los previstos y vamos por el 82.
Pero como el título de esta entrada, la experiencia es un grado y es curioso cómo uno, aprende a gestionar sus emociones cuando ya sabe las variables. Cómo yo, he aprendido a domar mis nervios y a no permitir que se altere mi mapa mental. La manera en la que puedo hablar del problema sin que los decibelios derriben el tabique.
A ver; mesa y mantel que nos toca echar la partida.
Estas son las cartas. O aprendemos a jugar con ellas y las manejamos o nos manejan ellas a nosotros.
De todos modos, si la barrera de la paciencia acaban por franquearla, seguiré escribiendo aunque sea desde la cárcel.



jueves, 10 de julio de 2014

Un mes. Fase de Aclimatamiento.


...Desde que montamos en el avión.
Desde que en la garganta se me colocó un nudo marinero de soga.
Desde que me salieron las lágrimas a borbotones cuando me despedí de los míos.
Desde que llegamos sin ser conscientes que llevábamos más de 13 horas de viaje.
Un mes.
A si que, veniros conmigo de paseo, que vamos a dar una vuelta por el barrio mientras os voy contando.
Tranquilos; es una vuelta corta.
No tenemos puerta de casa. Tenemos puerta de ascensor directo. Lo "jalamos". En castellano, lo subimos.
Saludamos a Walter o a Wilson, nuestros porteros 24 horas que siempre, muy amablemente nos abren la puerta del portal.
También saludamos al portero del restaurante "Tragaluz" que tiene no sé por qué muy buena pinta. El portero es negrito y como un armario Ekterpöktttkport de Ikea.




Hay verde por todas partes. Asomarte al balcón de casa y ver un parque, los capirotes de las palmeras y un pequeño estanque lleno de tortugas, es bonito.
Vamos dando un paseito tranquilos por el parque y por el malecón de Armendáriz de camino a una zona conocida del barrio.




Pasamos por la Iglesia Virgen de Fátima de la cual, oímos las campanas los domingos. Cuando era pequeña y vivía en mi pueblo, oía el repiqueteo y creo que es ese recuerdo, lo que hace que me gusten cuando tocan a misa.



Vamos observando lo alto que estamos. Abajo, el mar. La falda de la montaña tan verde y tan empinada. Si sopla el señor viento, veremos los colorines de los paracaídas y los surfistas, con sus licras negras como pequeños tiburones, bailando encima de las olas.



Podemos bajar a Larcomar.
Es un pequeño complejo descubierto de tiendas y ocio, ubicado dentro de la misma montaña. Sea cual sea la hora del día, tiene visitantes y, hay algún restaurante que ya lo hemos incluido en la lista de favoritos. Al no haber una temperatura inferior a los 19 grados, pese a que haya muchísima humedad, sentarse en una de sus terrazas, con la estufita y tomarte un café, se hace muy apetecible.


No os llevo más para allá, que ni me apetece ni lo conozco bien.
A si que rapidito, vamos para acá. Vamos de vuelta por el malecón de la Reserva, de Armendáriz. Vamos levantando la gaita para ver los balcones inmensos de los edificios más nuevos.
Y llegamos al barrio de Barranco. Vuelta rápida porque se merece una entrada mucho más digna que tres pinceladas.
Es nuestra Malasaña. El barrio bohemio y pintoresco.


Observamos sus casas coloniales de colores, las flores, los árboles, cada rincón, cada escondite. Y en unos momentos, llegamos al puente de los Suspiros, donde dicen, si lo cruzas conteniendo la respiración mientras piensas en un deseo, llega a cumplirse.



Un momento. Vamos hacer un pequeño descanso. Entremos en La Bodega Verde.
Es como una casita de cuento. Con su jardín de cuento. Con sus plantas de cuento. 
Muchas bebidas y comidas son ecológicas y orgánicas, pero lo importante, que es lo que nos gusta siendo francos, es que está todo muy rico y muy bueno. Punto.



La frase que encabeza la puerta es, porque ésta es bajita y si no andamos con cuidado, podemos dejarnos el cráneo.
Y ya.
Nos volvemos tranquilamente para casa.
Ha sido un paseo corto y breve, que sin embargo espero os haya gustado, pero aún mi desconocimiento no me permite escribir muchas más líneas sobre Miraflores, nuestro nuevo barrio y menos de la inmensa Lima.
Vamos poco a poco lectores. Poco a poco pero vamos, que es de lo que se trata.
Prometo que la siguiente entrada, sin tanta demora, será mucho más jugosa y más acorde a la escritura del Alquiler de los Valientes.






lunes, 14 de abril de 2014

Salto a otro continente. Auto entrevista.


Regreso a la escritura. A mi particular y personal escritura de andar por casa.
Una vez más, El Alquiler de los Valientes será nuestro diario personal para que así, todos los que queréis de un modo un otro saber de nosotros, podáis leernos y, para que aquellas personas que nos quieren, nos sientan un poquito más cerca.
Hoy, para contaros un poco la buena nueva, he pensado que una auto entrevista sería un modo ameno de relataros este cambio.

- Pero...¿que se van? ¿adónde coño se van ahora? ¿que les ha pasado? ¿pero es que no iban bien las cosas?.
Oiga, las preguntas de una en una y si me habla de usted, no diga coño.
Nos vamos a Lima, a Perú. Donde se encuentra el Machupichu, los Andes, donde las estaciones son al revés que en España; en Agosto allí se pone el árbol de navidad y en Diciembre, las chancletas.
Lo de qué nos ha pasado...creo que es mejor y más conveniente resumir: A mi marido le han ofrecido una oportunidad laboral allí y ya se sabe; hay veces que el tren solo pasa una vez. Pero claro, también uno tiene que ser de esa clase de personas "open mind".
- Pero...si allí, en Emiratos, dicen que la gente está encantada, que es donde está la pasta, que la gente que está expatriada vive de lujo y, que es una experiencia de la leche.
¡Oiga! le he dicho que vamos por partes mejor ¿no?.
Como experiencia, desde luego es recomendable sin lugar a dudas.
Pero también le digo, que como en cualquier lugar de este planeta hay gente que está encantada y gente, que no lo está.
La pasta, desde luego que está aquí y sí, imagínese que en España, le subiesen el sueldo considerablemente, que no le retuviesen nada y le pagasen la casa, la sanidad, el coche, las facturas y el colegio. ¿Se lo imagina? pues es así como viven los expatriados (los que vinieron con este paquete, ahora ya empieza también a dejar de ser así por desgracia). El dinero sí creo, es uno de los pesos que son imprescindibles para hallar el bienestar, pero por supuesto no el único. Es como comer unos huevos fritos; si no hay pan...el plato no está completo, si hay borrachera pero sin decir gilipolleces...menuda mierda de borrachera.
- Ya, le entiendo.  Pero a ver, "desnúdese", qué pasa ¿que no era feliz allí en Abu Dhabi?.
Sus preguntas van atravesarme como una espada de acero toledano. Le estoy viendo.
...
Sí, lo fuí, lo soy que todavía no me he ido. Me llevaré millones de cosas buenas, experiencias que me han hecho aprender muchísimo, me marcharé con recuerdos maravillosos y con personas en mi mente y mi corazón, muy especiales.
Abu Dhabi para un periodo entre los dos y cinco años creo que es perfecto. Perfecto...entiéndame. Muy enriquecedor digamos.
- Pero y entonces si no se han cumplido ni los tres años...¿por qué moverse? ¿por qué irse?.
Pero, pero, pero y dale con el "pero".
Está bien. Le pongo un ejemplo para explicarle el porqué: cuando se sufren terremotos de mayor o menor intensidad, los cimientos se menean y esos temblores, los sufrimos todos, la familia. Primero se abren grietas que se pueden reparar, otras que no, unas veces no se cae nada y otras, las cornisas se hacen añicos, unas veces tienes ánimo y ganas de arreglarlo todo y otras, de simplemente poner un cubo debajo de la gotera en vez de arreglar el techo.
Y ya se sabe; en situaciones inestables, o en momentos críticos, todo lo malo se acrecenta y, cuando las cosas fluyen y van viento en popa, hasta un bocadillo de chorizo de pamplona tiene menos de 10 calorías. No sé si me entiende.
Aclaro, que no ha sido para nada, una decisión única y exclusivamente laboral porque he de decir, que la empresa de mi marido le dio en su día una oportunidad muy buena, ha sido su "casa" laboral durante cinco años y hay que agradecerles mucho.
Tampoco ha sido sencillo. Mi suegro, con su nivel sin parangón de analítica, nos dijo: "Es fácil tomar una decisión si ponderáis bien vuestros objetivos. Puntuad en dos columnas comparativas los valores de cada factor de peso que le dais y así, el resultado será vuestra respuesta". (Super fácil).
-Entonces... vamos, que usted no estaba contenta.
Ultimamente no mucho para serle honesta. Y no me pregunte las razones que es algo que no le incumbe.
-Pero...perdone, no le vuelvo a decir "pero", disculpe. 
Si su marido tenía un buen trabajo,vivían bien, si la zona donde ustedes tenían su casa era bonita y la más europea, si su hijo estaba encantado en su colegio, tenían amigos nuevos con los que habían hecho muy buenas migas y, me está diciendo que no es todo cosa del trabajo de su marido...es que usted tenía que estar muy harta.
Le voy a decir algo en base a mi experiencia. Por supuesto ni generalizo ni creo que sea la verdad absoluta.
Cuando alguien vive en Emiratos, en Abu Dhabi, en Dubai...lo hace en una situación top.
Defino top en este caso: medios económicos suficientes para vivir muy bien, sobre todo, para poder ahorrar dinero.
Y, a no ser que uno se convierta en un Amancio Ortega, muy pocas personas podrían vivir en España como se vive aquí o, mejor dicho, llevar el mismo nivel de vida.
Alguien me podría decir eso de "depende de cómo seas, si no eres de comprar cosas carísimas, no eres." Y y lo le contestaría: "ya, y cuando veas como es este país y veas como funcionan aquí las cosas, ya te digo yo que no vas a trabajar solo para ahorrar, aunque seas un tiñoso y un agarrao".
Yo, soy de las que cree, que cuando uno viene aquí, tiene una historia maravillosa por delante que ha de aprovechar, disfrutar, sacar el máximo partido. Pero es una historia que al igual que tiene una fecha de inicio, ha de tener una de fin. Porque lo que se vive aquí, creo firmemente que es irreal, efímero y que tiene su tiempo.
Para mí la felicidad es el equilibrio de varios componentes que cada ser humano escoge como prioritarios. No de uno en exclusiva.
Aquí, se está en la cima de lo material, de modo que cuando te desplazas, obligatoriamente es hacia abajo.
- Creo que le voy entendiendo; terremotos de mayor o menor escala en varios campos, demasiados altibajos emocionales provocados por diversos factores, escasez de cosas esenciales y prioritarias, entró usted en bucle y en su campo de visión se alzaban más altas las cosas malas que las buenas...
Bueno..., por ahí van algunos tiros. Y no me mire con esa cara.
- En resumen...¿repetiría?¿ le ha parecido buena experiencia? ¿la recomendaría?.
Sí repetiría. He aprendido muchísimo, he disfrutado, reído, llorado...ha sido donde nació la otra parte de mí; mi segundo hijo. Y sí, la recomendaría. Como experiencia desde luego es inigualable.
- Se van ustedes a otro continente. A Lima, Perú. Nada más y nada menos. ¿No lo intentaron en España? ¿Por qué allá por los Andes?.
Sí, intentamos volver a casa, con todos nuestros medios, fuerzas y ganas, pero no ha sido posible.
Lima...pues criatura, porque la oferta de trabajo era allí.
Mi cuñada, vive allí desde hace varios años. Ella está loca de ilusión, imagínese tanto tiempo sola allá sin su familia. A si que...si tenía que ser otro lugar, qué mejor que donde haya alguien de la saga ¿ no?. En la familia ha habido y hay mucho desparrame geográfico; China, Shangai, Suiza, Perú, Emiratos...
- De todos modos...son ustedes unos "echaos pa´lante". Con un niño de 3 años se fueron a Emiratos, con uno de meses ahora se marchan al Perú...¿valentía o un poco de inconsciencia?.
Uno, es valiente cuando toma la decisión de separarse de los suyos, de los que quiere y le quieren. De irse lejos, muy muy lejos, de asimilar que no los tendrá cerca. Eso es ser valiente, no irte a vivir  a otra casa en otro país, con otro idioma u otra cultura porque el ser humano se acostumbra a todo aunque a veces haga mella.
Como tener 7 meses al año un clima de 45 grados de media y que el cielo sea de arena.
(Risas). Por ejemplo, sí.
Inconsciencia no. Un inconsciente no evalúa los posibles daños colaterales, los inconvenientes, los contras, no traza doscientos planes B, no tiene alternativas a posibles resultados y decisiones erróneas. Un inconsciente, hace las cosas al "tun tún", actúa por impulsos y tiene la cabeza invadida de ideas irreales y poco sensatas. Va por ahí, flotando por el universo.
Yo, nosotros, cuando decidimos hacer esta clase de cambios en nuestra vida, a parte de hablar y hablar hasta que la lengua se nos queda de esparto, realizamos un estudio metódico, detallado, real, coherente...hacemos mil borradores hasta que lo pasamos a limpio, y, una vez que lo tenemos delante de nuestros ojos, lo abrimos, lo estudiamos de nuevo, repasamos con más atención los capítulos donde están escritos los contras, lo que puede salir mal...y al final, evaluamos; balance de pérdidas y ganancias.
Algunos, pueden pensar que evaluar...sí, pero con el culo. Que tenemos dos hijos pequeños y que no se puede estar de aquí para allá dando tumbos. Que un paso en falso y una mina un día nos hará confeti.
Una persona "hormigonada" en su ciudad con su rutina, me diría lo que escribió el gran Guardián entre el Centeno: " Si la vida es una fiesta en una piscina, yo estoy en el borde, con albornoz, sacando una muestra de agua para enviarla al laboratorio y que me digan la composición química exacta, a la vez que me meto con el AccuWeather para ver qué tiempo va hacer por la tarde y evitar un resfriado. Y tú, mientras tanto, te tiras desde el balcón de la casa de enfrente, aún sin saber la profundidad y siendo altamente probable que te dejes los dientes contra el bordillo. Pero que nadie diga que no lo intentaste."
Pues sí oiga, yo siempre lo intento, siempre y aunque parezca una payasa, soy más seria de lo que se imagina, que una, ya ha pasado lo suyo.
Y también le digo, que  todo tiene unos tempos y que un día, nuestros viajes se acabarán. Cuando nos dejen, no cuando queramos. Si fuera por eso...
-¿Se volvería hoy a España?.
Si le contesto con el corazón, le diría que sí, si lo hago con la cabeza, le contestaría que no.
Pero cada uno en su vida tiene una lista de mínimas obligatorias y de momento en la mía, hay muchas que no se cumplen, de modo que nos reinventamos y nos adaptamos.
- Por último. Sea sincera y honesta, con el corazón en la mano, ¿cree usted que va a ser feliz en su nuevo caminar?.
Sí, lo seré y repito con mi frase de cabecera robada: "si crees en los sueños, ellos se crearán".
Y le voy a dar a usted una frase para el final de esta entrevista, una frase que alguien escribió una vez: "No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca."