martes, 4 de noviembre de 2014

Una mirada hacia abajo

Hoy, me cuesta escribir. No porque me suceda algo en concreto, pero cuando acaricio ciertas realidades, la sensibilidad se me queda a flor de piel.
Hace tiempo, tuve un jefe que era un señor con mucho bagaje a parte de ser muy inteligente. Un señor de esos con pelo blanco, alto, grande y que también usaba grandes gafas. Un señor, que cuando hablaba de la vida, sus ojos eran como una gran pantalla y a veces, había tanta profundidad en sus palabras, que daba la sensación de estar viendo con total claridad lo que narraba.
El caso es, que este señor, en una ocasión, cuando ciertas personas del equipo de trabajo se quejaban de cosas totalmente banales y absurdas, dijo: "tendríais que reuniros más con la humildad y para poder hacerlo, tenéis que mirar hacia abajo".
Hacia abajo pensé.
Observar y analizar cuántas cosas y personas hay tan tan tan abajo.
Y en Perú, la superficie inferior tiene una dimensión infinita. Para las personas de condición sencilla, para todos nosotros, para mí y los/las que me leéis, nuestra perspectiva es desde un rascacielos.
He leído, que la pobreza es un fenómeno que tiene muchas dimensiones por lo que no existe una única manera de definirla. Aquí, puede sentirse en cada momento.


Perú, está entre los 20 países más extensos del planeta y representa el 0,87% del área continental de éste. Se compone de 25 regiones, 120 provincias y 1.747 distritos.
Según el estudio de Unicef bajo el título "Estado de la niñez en el Perú",  el 49% de los niños menores de 5 años son pobres y el 19% extremadamente pobres, 340.000  viven en la pobreza en Lima y 155.000 entre los 3 y los 5 años están fuera del sistema escolar. Hay un incremento severo entre adolescentes y jóvenes con enfermedades de trasmisión sexual, siendo el promedio de edad de los portadores del virus (VIH), 25 años.
Un párrafo de cinco frases que  ha podido provocaros algún que otro escalofrío.
Pero esta realidad, contada por alguien que lo ha visto con sus propios ojos y sentido con su propio corazón, sencillamente hace que se descascarille un trozo del tuyo.
Ese alguien, se llama Antonio Rubio y es mi marido.
Por su trabajo (un granito de ayuda entre tanta necesidad), ha viajado y conocido 23 municipalidades de Perú.
"Dios mío pero ¿dónde estoy?".
No tienen agua y en consecuencia tampoco depuradora, no tienen luz, sus "viviendas" son cuatro latas viejas. Sus calles no están asfaltadas sino que son de tierra, o escribiendo con propiedad, ni siquiera las tienen. Por supuesto no tienen vertederos. La basura la tiran en muchos casos en las entradas y salidas del pueblo. Montañas de basura entre ella, residuos hospitalarios.
Basura que va al mar, que va a parar al río. Agua contaminada por donde quiera que lo mires.
Cuánto trabajo social por delante Antonio; ¿cómo vais a conseguir que esas personas que no tienen nada paguen un poquito para que puedan tener toda esa basura aislada, para que pueda reciclarse, para que puedan tener agua limpia? ¿Cómo?.
Arqueó las cejas y levantó los hombros. Intuí (no sé si acertadamente) cierto aire de incredulidad, quizá...¿resignación?, pero con toda su experiencia y conocimiento técnico me contestó: " la generación de basuras, está comprobado en países desarrollados, que va directamente vinculada al consumo de agua. En aras de concienciar a la población, tenemos el 33% de nuestro presupuesto de consultoría enfocado a la educación de la población en este aspecto. Hemos desarrollado 4 estrategias; una general de información mediante anuncios de tv y radio, otra enfocada a los escolares con una educación por aula y docentes y después, tenemos una estrategia que va directamente a los recicladores de la basura. El objetivo es que entiendan que no es un botadero (vertedero), un lugar donde tirar la basura sin más, sino un relleno sanitario controlado. El asunto del agua limpia, va un poco de la mano ya que con esta recogida selectiva, dejarían de tirar la basura al río y por ende éste iría más limpio, si bien lo que hemos de revisar es el plan de saneamiento de cada municipalidad ya que actualmente cuentan con pocas o ninguna depuradora teniendo en cuenta que sus sistemas de depuración se basan en meros lagunajes y muchos de ellos primarios. Esperamos de verdad poder llegar a todas esas personas y aportar nuestro grano de arena en algo tan básico, necesario y elemental."


Y cada uno nos quejamos al sentir las que son nuestras injusticias. Y tenemos todo el derecho. Y eso no nos hace malas personas. No tenemos la culpa de haber nacido en otro país, en otra cultura, con otra educación y en otros tiempos. Aún así, no somos capaces muchas veces de apreciar, querer y cuidar con humildad y con sencillez todo aquello que nos rodea; nuestro mundo, nuestro hogar, nuestros amigos y sobre todo nuestra familia.
Hagamos un parón más a menudo cuando llegue esa razón que provoca nuestra o nuestras quejas.
Una mirada hacia abajo.
En muchas más ocasiones.
Yo así lo haré. Palabra de honor del Alquiler de los Valientes.