viernes, 20 de abril de 2012

Viernes, rumbo Dubai


8:00 a.m, los tres despiertos.
Ducha, desayunos, imprescindible el SPF+50 en la cara, dineritos en la cartera, un "kiki" en el pelo, jersecito y, a funcionar.
Nos montamos en "Olimpico". Es nuestro coche de alquiler por este fin de semana. Lo hemos llamado así porque está lleno de medallas. O de lamparones, lo que queráis.
140 kilómetros en linea recta hasta nuestro destino.
Paramos a repostar y nos da en primer ataque "ojoplático"; 44 litros, 15 euros.
La mejor palabra para describir por encima y de manera muy breve la ciudad de Dubai, es futurista.
El comienzo de la ciudad te recibe con rascacielos de formas inexplicables.
Llegamos facilmente al Burj Khalifa donde a sus pies está el Dubai Mall.
Voy por partes.
El Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo; 828 metros de altura, siendo la estructura más alta que ha construido el ser humano. Tienes que desplazarte el cogote y poner la cabeza en la espalda para poder mirarlo. No tengo palabras. Es absolutamente increíble. Es de esas cosas que uno tiene que ver.
Dubai Mall, por supuesto, también es el Centro Comercial más grande del mundo. Tiene unos 500.000 metros cuadrados de superficie, más de 1.200 tiendas y desde las terrazas de sus tropecientos mil restaurantes, se ve el lago con una extensión de 275 metros de largo (no sé si lo escribo con propiedad al decir "lago") y que se encuentra a los pies del Burj. Sus fuentes, cuando las ponen en marcha, pueden alcanzar los 150 metros de altura y poseen más de 6600 luces.  Vamos, que las de la Granja de San Ildefonso son las de los jardines de la Barbie.

La pantalla del acuario, para que os hagáis una idea, mide más de 30 metros de ancho por 8 de alto. Tremenda.

Nos ha llamado en especial atención una cascada de donde parecen saltar personas y la cúpula de las mariposas que inundan un inmenso pasillo.

Te crees que no va va haber...pues sí, te callas porque aquello que busques, lo hay. Pero más vale que vayas con un objetivo claro porque dicen, que para verlo por completo, se necesitan dos días.
Por supuesto, hemos salido de allí con unas cuantas compras. Y por supuesto, me he perdido entre dos tiendas de decoración que en Estados Unidos me dejaron encandilada. Como me hace la misma ilusión comprar unos cojines que unos zapatos buenos...pues sencillamente, feliz.
Hemos comido en Dean&Luca muy bien por cierto, hemos aparcado el taxi que iba conduciendo Gormiti y a por Olimpico al parking (gratis).
Rumbo al Zoco de Madinat Jumeirah.
Es una construcción nueva pero imitando perfectamente a la arquitectura típica.
Las tienditas, dejan un poco que desear para mi gusto y entre vuelta y vuelta, tufo a incienso...topamos con una de decoración. Alerta, me giro a mirar a Antonio con ojitos de cordero degollado... "Necesito esos cuadros". Y como es un bendito, entra, los mira, le encantan y nos llevamos los dos. ¡¡¡¡Yuhu!!!!.
La zona de los restaurantes es preciosa, están a los pies de los canales por donde puedes ir en barquito. De noche, estoy segura de que es infinitamente más bonito aún.
Hay millones de farolillos que al encenderlos, lo iluminarán todo dándole esa luz encantadora y cálida que hace tan acogedor un lugar. Volveremos a ir para verlo todo en ese escenario.
Y con nuestros cuadros en la mano, hemos vuelto a por Olímpico y regresar.
Hemos entrado en uno de los restaurantes del hotel a cenar.
Menos 6 grados.
"¿Qué desean cenar?".
Y yo mientras le miraba he pensado " traígame unos leotardos de pana, un pijama de franela forrado de borrego, un gorro ruso, unos guantes de thinsulate, botas de apres ski, una manta de alpaca y de postre, unas couldinas".




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