martes, 24 de abril de 2012

ECO en Khalidiya


Eco es lo que retumba en nuestra casa. El salón está totalmente desnudo y cualquier sonido, rebota por sus paredes aumentado los decibelios.
Pero nuestras cosas llegarán y el eco desaparecerá.
Algún mes.
Algún año.

Khalidiya es nuestro barrio.
Como os decía, está situado para mi entender en una zona de lo más práctica, cómoda y bonita.
Todos los servicios básicos están a unos pasos y la playa, cruzando una acera sin paso de peatones y otras dos, donde sí los hay.
El paseo de la playa de Corniche, es de los más bonitos que he visto. Su césped es perfecto, las palmeras vigorosas, los setos cortados sin un saliente más alto que otro entre sus ramas, un lateral tiene el suelo de madera de teca y todo él, está flanqueado por pequeñas farolas que de noche, le ponen una luz tenúe.
Tenemos chiringuitos de lo más variopinto; podemos tomar desde un gofre, comprar unos Crocs o acceder a una playa privada familiar que cuesta 4 euros al día.
Nos gusta mucho Khalidiya.
Nuestra casa está en una planta 16.
Lo que más me gusta son los descansillos y por supuesto la piscina.
Desde los amplísimos ventanales de cada estancia de la casa, tenemos vistas maravillosas, normales y de pena.
Las cosas como son.
Todo el suelo es cerámico. Dice una amiga mía que es para tumbárte en él cuando llegas con toda la sofoquina de la calle porque está tan fresquito, a si que, llegado el momento, nos pondremos como en hombre de Vitrubio en la mitad del salón.
La habitación de invitados es ciega y pequeñita, pero tiene su propio baño. Está hecha para la persona de servicio que por qué va a tener ésta derecho a tener una ventana y que le entre la luz. Qué cosas se os ocurren.
En nuestro caso, será una especie de cuarto de invitados y de tv para Gormiti.
Nos llama la atención el hecho de que todas las puertas se puedan cerrar con llave. Yo creo que se parecen a las de la nave de la serie "V".
Que quieres concentrarte en tus artes culinarias y te apetece hacer los jureles de la cena a tí solo, te encierras en la cocina.
Que quieres tener una conversación privada con la lavadora, te encierras en su cuartito.
Los wc también tienen lo suyo. El del baño de la habitación principal es una especie de cosa ancha y fea y están a una altura ridícula, eso sí, la de sentadillas que me voy hacer al cabo de un año. Y a su lado, está la manguera. Sí sí, aquí el desodorante es algo desconocido pero oye, ya que van oliento a coliflor cocida, por lo menos, el culo lo llevan como el jaspe.



En el baño no puedes enchufar el secador.
Sí hay un enchufe para la maquinilla de afeitar, pero no acopla para nada más. Pero claro, para qué te vas a querer secar el pelo estando de media a 35 grados.
La seguridad en el gas de la cocina es máxima; hay que dar a un interruptor especial después de cocinar y si se te olvida, salta una alarma y entonces tienes que dasactivar otro botón. Vamos que tengo las instrucciones en un post it en la nevera.
El caso es, que con sus peculiaridades, es la que va a ser nuestro hogar durante espero que mucho tiempo.
Cuando todas nuestras cosas lleguen y se convierta en nuestra casa, os lo haré saber.

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