Son los que hoy han encerrado nuestra vida material. 20.
Cajas con recuerdos, cajas con ropa que ni siquiera nos pondremos, cajas con juguetes, cajas con de todo, cajas, cajas, cajas.
A medida que la casa se iba vaciando, más extraña me iba sintiendo, pero en ningún caso triste. Quizá sea porque nunca nos hicimos amigas. Porque nunca llegue a mirarla hasta decírle: "mira que me gustas". Quizá porque durante un año, se quedaron tantas cosas pendientes, que nunca llegó a tener vida y en consecuencia, nunca pude quererla como a la anterior. Lo siento Santillana del Mar número 11.
Supongo que es como el amor; lo que no tiene que ser, sencillamente no es.
Aún así, el lunes iré a barrerla y limpiarla y le diré unas palabras que quedarán en secreto entre ambas.
Y sigo sin saber qué siento.
Y sigo sin saber si estoy asustada.
Y sigo sin saber si estoy expectante.
De momento, mañana me voy a darles un hasta pronto a unas mujeres muy especiales, a mi hermano...uf, tan solo con escribir estas letras, entonces sí, se me pone un pequeño nudo en el estómago.
Comienza el redoble de tambores me temo.
¿Qué sentiré entonces?
No hay comentarios:
Publicar un comentario