viernes, 7 de septiembre de 2012

Atlantis Experience


Hotel Atlantis Palm de Dubai, sí, situado en el final del tronco de una de las famosas palmeras.
Cinco Estrellas.
1539 habitaciones. A día de hoy, 7 de Septiembre, había una ocupación TOTAL.


Y, Aquaventure, el parque acuático más grande de Oriente Medio (dentro del hotel).
17 hectáreas de paisaje tropical, ríos de acción cuya longitud es de 2,5 kilómetros con rápidos y cascadas, toboganes al revés donde el agua te empuja hacia arriba, una playa de 700 metros, etc.
Pues ahí, a las 11 de la mañana estábamos el trio Telerín.
Voy hacer un breve paréntesis antes de seguir con la aventura de hoy, veréis, parece que cuando escribo, mis dosis de exageración no tienen fin, pero nada más lejos de la realidad. No me saco los datos de la manga, los busco, los leo y los contrasto varias veces.
Qué es una paella sin arroz, un sofrito, mu rico pero un sofrito. Qué es Emiratos sin lo más lujoso, grande y ostentoso, pues un pueblucho de gallinas y arena.
Bien, pues dicho esto, continúo.
Teníamos nuestra cita en el delfinario a las 11,30. El muchacho de la entrada a éste, no sé con qué ojos me habrá visto, pero me ha dado un neopreno talla Prenatal.
Una vez enfundados, hemos salido e ido a una salita donde nos tenían que dar una clase de explicaciones a cerca de los delfines. Por supuesto, no he entendido nada.
Y es normal porque me ha dejado de regar la sangre al cerebro. El neopreno 6 tallas por debajo de la mía, me ha comprimido la caja torácica, las arterias y los pechos. "Es que tiene que ser así", claro, va a ser eso, que no estoy acostumbrada.Como dice mi amiga Jiménez Cosme, "la que nunca ha usado braga, la costura le hace llaga".
Con las convulsiones de mi variz, las costillas empotradas en la columna, sin goma ni kiki y los pelos como si me hubiese metido la minipimer, así, de esta guisa, nos hemos dirigido dentro del Dolphin.
Es increíble como los tienen adiestrados, su piel parece de mentira, muy similar al tacto del plástico.
El peque estaba emocionadisimo, no le había visto nunca tan contento.
Podías a parte de estar media hora, nadar con ellos sujetos a su aleta, pero para eso tenías que llevar el datáfono del banco encima y a mí como comprenderéis, no me cabía dentro del neopreno compresor.
Una vez hemos terminado y recogido las fotos en un cd (otro sartenazo al canto), nos hemos metido en unos flotadores gigantes y nos hemos tirado por uno de los canales de agua. Después, hemos estado en la zona de niños. La verdad es que, me he asustado un poco, porque en la parte más alta, hay un cubo inmenso que cuando se llena de agua, da la vuelta y a la pa´lla. Desde luego, que si eso le cae a un crio encima, le parte el cuello.


La siguiente atracción, es la más famosa del parque. Una vez que llegas abajo, te deslizas dentro de un tubo que se encuentra dentro de un acuario lleno de peces y tiburones.


Y cuando ya, estábamos exhaustos porque el calor hoy era de soplete en la cara, hemos decidido marcharnos de una bendita vez.
Aquí, cuando montan una, la montan salvaje a si que, como decía hace un momento a mis amigas, hay que aprovechar a tope estas experiencias y que nos quiten lo bailao.






No hay comentarios:

Publicar un comentario